viernes, septiembre 16, 2005

Quiero sentirme en una peli de ciencia ficción

Hay una tienda/hemeroteca en Barcelona en la que puedes comprar el periódico del día que te interese (por ejemplo, el día en que naciste, o en que tus padres se casaron, etc.)
Es algo muy curioso esto de poder tener en tus manos un periódico de hace décadas, porque te permite ver, con la objetividad que da la distancia, los acontecimientos que conmovieron en la época y los cambios que ha habido desde entonces. ¡La gran cantidad de cambios!

En la portada de uno de los periódicos de La Vanguardia del año 72, rezaba un titular que anunciaba los treinta y pico años de gobierno del General Francisco Franco. Y una enorme foto (teniendo en cuenta el formato gigante que por aquel entonces tenía La Vanguardia) del susodicho, ya bastante mayor y desmejorado, y un jovencísimo futuro rey Juan Carlos, al fondo.
Basta un titular y una fotografía para imaginar todas las expectativas de los ciudadanos en esa época.
Pero eso no es todo. Abres las amarillentas páginas del periódico, y la cosa se vuelve aún más emocionante.
Se anuncia la moda de punto de Cortefiel mediante dibujitos de mujeres vestidas a la moda (que siempre vuelve), las fotografías en la publicidad brillan por su ausencia y todo es en blanco y negro. Abundan los anuncios por palabras, se buscan taquimecanógrafas (¿lo qué?) y se ofrecen cuantiosos sueldos de 25.000 pesetas al mes.
Todo un fogonazo de la clase de sociedad que había y de la que se comenzaba a construir en la época.
Un retorno a los inicios, aunque ya estuviéramos a medio camino. Una sonrisa superlativa y de superioridad al sabernos en poder del conocimiento que los lectores, redactores y anunciantes de aquel periódico no tenían (aunque sea una estupidez el sentir eso).
Y el entusiasmo de poder hacer un recorrido a varias décadas y recordar (o al menos saber) exactamente qué cambios ha habido y como ha ido yendo todo para llegar al punto en el que estamos ahora.

Me imagino la portada del periódico del día en que yo nací. En el año 82.
No compraría La Vanguardia porque ya podría comprar El País (ya se había creado). Y supongo que se hablaría del mundial de fútbol, de las elecciones o del gobierno del PSOE recién estrenado. Se hablaría mucho de constituciones, partidos políticos y de europa.
¡Qué emocionante!. ¡Nacer en un año en el que cambian cosas!
Y comenzaban a aparecer los hipermercados o las multisalas (aunque no tan multi). Aún quedaban algunos años para que vieran la luz los cd's, o la pantalla Triniton.
Qué emoción el año en que aparecieron los canales privados, y cuando de repente...la tecnología revolucionó el mundo.

En 20 años, todo parece haberse acelerado. Gente de mi edad hacía mecanografía, cuando hoy en día apenas se utilizan las máquinas de escribir. ¿Aviones?¿Quién se permitía cogerlos? Hoy en día son sequibles a todos. No hablemos de la informática, internet, mp3 y demás formatos... La aparición el dvd, los reproductores..¿cintas y discos? Obsoletos. Teléfonos móviles para niños de 8 años y videoconferencias desde cualquier casa.

Cuando se ha vivido esa evolución, no parece tanto. Pero igual que yo me asombro con aparatos como la gramola o los teléfonos antiguos (aquellos con una rueda llena de agujeros en los que tenías que meter el dedo y girar), imagino la cara de alucine de mis descendientes cuando les enseñe mi colección de cintas, mi walkman de cuando iba al colegio o mi primer teléfono móvil.

Lo tengo claro: Yo quiero vivir un siglo para poder recordar los años 80, y así sentirme en una película de ciencia ficción.

2 comentarios:

Zifnab dijo...

Zifnab tiene más de 700 años aunque si te digo la verdad no se yo si le compensa. Para sus cosas es muyc eloso de su intimidad, pero siq uieres le pregunto como lo consigui y así, alla por el 2623 puedes hablar con la gente y conseguir que se descojonen cuando les digas que un día los niños jugaban a las chapas y que sólo había dos conales de televisión...

illa dijo...

Jaja. Bueno auryn, he de reconocer que me fascina la tecnología, ¡qué le vamos a hacer! :) Y yo sí creo que es maravillosa (y te lo dice una a la que nunca se le han dado precisamente bien las asignaturas de ciencias:P), eso sí, sabiendo utilizarla.
En cuanto a lo que no está obsoleto. Las cintas lo están, las gramolas lo están, las máquinas de escribir van de camino y..¿los discos del vinilo? Quizás no del todo, pero para el uso cotidiano, me atrevería a decir que también lo están.
Se convierten en piezas de coleccionista, o se utilizan para funciones específicas (como los djs)