Ayer el pasado regresó ante mis ojos.
Parece mentira, pero hay lugares, calles, recovecos..que nos hacen rememorar los años pasados tan vivamente que parece que hayamos hecho un viaje en el tiempo y nos encontremos ante nuestro yo pasado (Sí, como si de un libro de Crichton se tratase).
Ahí estaba yo, en medio de esas calles, y todo se movía a mi alrededor. Las cosas sucedían, y era yo la invisible espectadora de lo que de sobras ya conocía.
Me vi a mí misma en los años escolares. En esa misma calle. Con mi mochila, mi walkman, riendo sin parar..yendo a esperar el autobús. Más allá, debajo de aquellos edificios, sí, en aquel parque.. volví a verme columpiándome y dando volteretas. Me vi acompañada de mis amigos, vi mis primeros ligoteos. Mi primera pelea.
De nuevo sangré por la nariz. Cogí el autobús sangrando y asustada.
Otra vez fui a jugar aquel partido de basket, y justo después tuve esa primera cita de la que tanto me arrepentí.
Vi la ex-casa de esa amiga olvidada. Y me pareció oir maullar a su gato.
Desde luego..estaba todo tan igual, que me pareció increíble lo que yo había cambiado. (Yo, que siempre he sido la misma!)
Pero también hay sitios a los que cuando vas, esperas tener la misma experiencia, recordar tu pasado, y, por qué no, sumirte en la nostalgia. Y cuando llegas..llega la decepción. Porque de ese sitio que tú amaste ya no queda nada, ha desaparecido. Donde estaba tu casa, ahora se alza un enorme Pryca (perdón, Carrefour). Y todas las pequeñas tiendas donde ibas a dibujar y robar nueces... están cerradas (Tomasita, la tendera ¿dónde estará? ¿Y ese viejo truhán que te hacía burlas desde su bicicleta?)
Ya no reconoces el lugar. Ése, después de todo, ya no es tu sitio.
Y entre lugares reconocidos pero pasados, y lugares perdidos en el recuerdo, te sientes un alma errante sin hogar. Que está de paso, pero un paso que anula, que encierra, que ata..un paso que ni se mueve, ni permanece.
2 comentarios:
¡Qué nostalgia la de los recuerdos de niña! Cuántas veces me ha pasado lo mismo... y qué extraña melancolía la que acompaña la memoria de ese viaje al pasado...
Pues sí, la verdad que es extraña..Pero yo debo ser una persona muy melancólica, porque me encanta evadirme en esos recuerdos.
Sólo que a veces todo ha cambiado y decepciona un poco. Pero la vida sigue ¿no? ¡Es normal!;)
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