miércoles, octubre 06, 2004

Piano


Piano


Éste es mi piano olvidado. Ahí está, relegado a la entrada. Permanentemente cerrado, sin usar, y cubriéndole cada vez más polvo.
No es un gran piano, pero es mi piano. Mi piano Yamaha de pared.
Aún recuerdo el día en que, ilusionada, fui con mis padres a comprarlo. Hacía años que daba clases de solfeo y piano, y el teclado ya se me había quedado pequeño. Necesitaba más.
Y ahí estaba él, esperando mi llegada. Con sus teclas intactas y sus pedales nuevos.
Pasó a la habitación que servía de biblioteca..y en él practicaba yo mis torpezas, y tuve mis primeros éxitos musicales :).
Pero yo nunca he sido alguien perseverante ni excesivamente paciente. Canso pronto de las cosas. Y también me cansé de él.
!Pobre piano! Pasó a un segundo plano. Cada vez se acariciaban menos sus teclas. Su sonido desapareció..
Dejé la música, y le dejé a él.
Para que no molestara, le arrinconamos en la entrada, frente a un espejo en el que ver su triste reflejo.
Si levantamos la tapa, ahí están sus blancas y negras teclas. Nuevas. Sus pedales aún conservan el plástico de serie..y la madera no tiene ni un rasguño.
Pero, de vez en cuando, como estos días, me acuerdo de él, lo observo y lo acaricio. Levanto su tapa, le hago cosquillas. Y sé que un día le volveré a tocar suavemente, y volverá a hacer sonar su voz como nunca.
Mientras tanto, es el incansable guardián de mi casa.

1 comentario:

el Biter dijo...

Jo, pues tener un piano olvidado es una pena... ahora que has terminado la carrera deberías retomarlo.

Bueno, no me hagas mucho caso, que no soy el mas apropiado para hablar de esto... tengo un Roland EP cubierto de polvo :$