martes, noviembre 08, 2005

En tránsito

De nuevo este inmenso frío. Inmenso inmenso inmenso. Hasta desgastar la palabra (pero nunca lo hará). Hasta que, como ella, sea sin sentido.
Y a pesar de todo, mi peor recuerdo está marcado por su contrario.
Tenía un sabor salado, aunque quizá se tratara del sabor de mis lágrimas, que ahora se confunden con el calor de la piel de mis recuerdos.
Y siempre, de telón de fondo, una casa semi vacía. En tránsito. Como todas.
Todas mis casas en tránsito. Como la vida.
Era omnipresente: la bola de fuego, el dios arrogante que me alejaba de mi mundo.
Llorando.
El peor de todos.
Con él llegaron jergas extrañas y comportamientos incoherentes. A modo de disculpa, la excusa infinita del futuro. Y tu ahí, a tu pesar, deseando acariciar el frío con la punta de los dedos; olvidar ese sabor salado.
Sin embargo ahora, después de tantos años, sólo esperas no volver a sentir frío jamás, y pones como excusa ese mismo futuro; por fin tuyo.
De todo lo demás, sólo resta tu peor recuerdo.

6 comentarios:

ladhu dijo...

Pienso que nunca dejamos de estar en tránsito a lo largo de nuestra vida.

Ojos_verdes dijo...

SUELO ENTRAR A MIRAR TU BLOG. Y HE VISTO UNA COSA MUY INTERESANTE. Y ES PODER VER EN LISTADO TUS GUSTOS DE MUSICA Y LITERATURA. ME HA ENCANTADO. UN ABRAZO. PQÑA

Anónimo dijo...

Creo que todos tenemos marcados nuestros peores recuerdos de la mano de los mejores... por eso es tan difícil desprenderse de ellos...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Que tus peores recuerdos también sean de tránsito, y que el frio los congele bajo cero...
Me gustó pasarme por aquí. Te dejo un saludo.

Nano dijo...

guau, bellas palabras...

salu2....

Zifnab dijo...

Al otoño y al invierno poco se le pide. Ellos son asi como taciturnos, cualquier cosa que se asome alegre es una sorpresa que agradeces de corazón. Al verano y a la primavera les pides más alegría y así pasa, que te pegan unos tantarantanes de mucho cuidado.

A sobrevivir, señorita, que no nos queda otra. Y a ahogar los recuerdos en barricas atestadas de ron o en piscinas naturales en cuevas de cristal. Como usted prefiera.