miércoles, noviembre 23, 2005

NOTICIAS

Vida (y muerte) en el cibercafé ( CURIOSO )

Una visita a locales para conectarse a la red en Asia oriental. Lugares para contestar e-mails pero también para comer, ver la tele, dormir...

Hay duchas, sala de aire puro y habitación para refrescarse los pies. Las bebidas, gratis; la comida, de pago; y al socio le regalan una pizza al mes

BRUNO GALINDO - 23/11/2005


"Konichiwa".

"Buenas noches".

"Deseaba conectarme".

"Muy bien. ¿Fumador?"

"No".

"Vale. ¿Es Vd. socio?"

"No".

"Da igual. Puede probar las duchas si quiere. También tenemos sala de aire puro y una habitación para refrescarse los pies. Las bebidas son gratis; sólo coloque su vaso debajo y pulse el botón. La comida es de pago. Si se hace socio le regalamos una pizza al mes. El salón de manga también es sólo para socios".

"Muchas gracias. Sólo venía a ver mis emails".

(Este diálogo se produce en la entrada de un cibercafé cualquiera de Tokio, incluso de Japón. Veamos que ocurre a continuación).

"Tenga: unas chancletas. Coja una sábana y una manta. Acompáñeme, por favor. Cabina 109. Aquí. Hasta mañana".

¿Hasta mañana? Pues sí. La mayor parte de los usuarios que llegan al cibercafé después del crepúsculo van a hacer noche aquí. La revolución de la banda ancha (1.5 megabyte por segundo) y las dificultades para pagarse un piso (4.000 euros elm2)están modificando los hábitos de consumo de buena parte de Japón y otros países del Asia Oriental. Los tradicionales capsule hotels han dejado de ser la opción más barata y favorita. A las habitaciones hexagonales de los hoteles colmena les ha tomado el relevo la cuadriculada disposición de las cabinas del cibercafé.

El encargado se abre paso a través de un laberinto de bastidores, cada uno de los cuales está marcado con un número. 106, 107, 108… 109. Abre la portezuela, y cuando la cierra ya estás en casa. Junto al Pentium III (con teclado, ratón y webcam inalámbricos) hay un estupendo televisor del que cuelga una tarjeta con la programación de películas: el cibercafé tiene programación propia con películas de estreno, además de los 200 y pico canales que puede ver cualquiera en su casa. El sillón, de cuero y con reposapiés independiente, es digno del presidente de Samsung. Microondas. Armarito. Teléfono. Papel higiénico. Caja fuerte. Todo en3m2.Antes de sentarte levantas un poco la cabeza y descubres un mar de cubículos, todos con sus cabecitas y sus pantallas, en las que hay abiertas un videojuego, una conversación de Messenger o la página de match. com. Después te sientas, y eres uno más.

No es la vida según una novela de J. G. Ballard: es Japón en 2005. Sin quitarse los distintivos del trabajo, con el nombre propio y el de la empresa, miles de jóvenes cibernautas acuden a estos centros, abiertos las 24 horas y, como casi todos los comercios en estos países de altísima densidad de población, repartidos a lo largo de los pisos de los edificios de toda la ciudad. Como ha dado a entender el conserje, los socios se benefician de regalos (desde la pizza hasta el uso gratuito de la impresora), descuentos (20% menos en los botes de fideos precocinados) y zonas especiales (sauna).

Considerando que en el Asia densa no hay lugar para grandes discotecas y que lo normal entre universitarios es reunirse en pequeñas habitaciones, es fácil comprender el auge de lugares como el que se acaba de describir. Pero el fenómeno da aún más juego si nos vamos a la última superpotencia oriental, al nuevo dragón, a NeoJapón: a Corea del Sur.

Seúl. 10.5 millones de habitantes. Viernes por la tarde. Los adolescentes quedan en centros urbanos como el superluminoso Jong-no, la zona de la universidad Hongik o el americanizado barrio de Itaewon para tomar unas cervezas e ir a algún bang (habitación). Las opciones son el norebang (karaokes), el DVD Bang (cuartos con televisión donde ver las películas que tengan allí, o las que uno mismo lleve encima) o el más popular, el rey del entretenimiento: el PC Bang (textualmente, habitación de ordenadores personales). Un PC Bang es un cibercafé coreano. (Surcoreano, se entiende; en Corea del Norte están prohibidos los teléfonos móviles, así que imagínese internet). Existen más de 22.000 en todo el país. ¿Sus características? Además de los servicios de internet, centran su oferta en los videojuegos online:he aquí el gran reclamo de toda una generación. A menudo juegan, hundidos en sus comodísimos butacones de cuero plastificado, aniquilándose con espectacularidad unos a otros, de a ocho. Tal es la popularidad del fenómeno que existen jugadores profesionales que ganan cantidades importantes, hay un gran apoyo de patrocinadores y se televisan las partidas de videojuegos, en algunos canales y con comentarista incluido, a la hora del telediario. Fiebre total. Tal vez les llegó la noticia: el pasado 10 de agosto, un coreano murió tras jugar 49 horas seguidas al simulador de batallas Starcraft.El joven Leeno paró para dormir ni para comer. Tenía 28 años y, según la policía, había sido despedido del trabajo hacía poco porque lo único que hacía en la oficina era jugar con el ordenador. Sufrió un ataque al corazón por agotamiento.

La realidad es que el boom de los PC Bangs tiene mucho que ver con el videojuego. Se calcula que el 60% de los usuarios de estos establecimientos entra a jugar a uno. Las salas están llenas las 24 horas, los 365 días. Hasta en Navidad. ¿Fanatismo? Tal vez, aunque no sólo eso. La industria del software en Corea en 1993 reportó un billón de dólares, pero la mayoría por la expedición de sistemas integrados, no paquetes de software.En 2002 el sector creció hasta 11.2 billones de dólares, y sólo uno de esos billones correspondió a la venta de videojuegos. Lo que ocurre es que los PC Bangs son un negocio colosal, como las infernales salas de pachinko japonesas (negocios montados en su mayoría por emigrantes norcoreanos para mandar dinero a sus familias). Como además Seúl no es precisamente una ciudad barata (de hecho es la quinta ciudad más cara del mundo), un PC Bang es tan barato que resulta la opción ideal para toda la familia. El padre y la madre pueden ir a mirar una película mientras los hermanos juegan a algún juego, bajan música o chatean (entre sí, desde distintos puntos de la sala). Todo por 0.60 euros la hora, céntimo arriba céntimo abajo. Los PC Bangs constituyen una notabilísima contribución a la economía del país, pues se calcula que una cuarta parte de los ordenadores de sobremesa que se venden en Corea del Sur van a estas salas. Tal es el negocio que los principales inversores coreanos están empezando a instalar estas propuestas en Japón, donde languidecen las salas de consolas desde que se instauró la era playstation.Negocio seguro.

A todo esto, ¿y China? Allí las cosas son distintas. El Partido Comunista sigue reacio a permitir la proliferación de cibercafés, aunque no prohíbe conectarse desde casa. Con todo, el país tiene unos 120.000 cibercafés, poca cosa considerando su enorme extensión. No es fácil encontrar donde conectarse en Pekín o Shangai. Ni siquiera en Hong Kong.

Ahora, si me lo permiten, encenderé la tele, calentaré unos fideos, me taparé con mi mantita y leeré mis emails. Si quieren algo de mí háganmelo saber por el Messenger. Hasta mañana. Arigato.


BLOGS LIBRES DE PUBLICIDAD

Ha nacido Ad-free blog, una plataforma en contra de la publicidad en los blogs, ya que considera que ésta devalúa el medio. La propuesta pretende que, mediante la imagen de un búho con la frase que da nombre a la iniciativa, aquellos bloggers que lo deseen expresen así su rechazo a la publicidad inmersa en su blog. A él se han unido ya blogs muy leídos como Microsiervos.

Esta propuesta supone una dificultad añadida para los anunciantes, que deberán ingeniárselas para acceder a ese target de otra manera. Ante esta negativa, las empresas deberán utilizarlos como medio de contacto con sus posibles clientes, pero nunca a través de anuncios. No obstante, queda el consuelo de ver que la postura imperante en el medio online del blog es aquella que se declara ni a favor, ni en contra de los anuncios publicitarios en los blogs.

Hasta el momento, son 67 los blogs en español que se han integrado en la iniciativa.

2 comentarios:

ladhu dijo...

interesantes las historias. Curiosa la radical entre los horientales, entre Japón, las dos Coreas, China,...

Habrá que echar un vistazo a Ad-free blog.

Saludos

illa dijo...

Hola hombresencillo!
Pues me parece muy bien lo que dices.
Yo, por mi parte, tampoco me adhiero a esta iniciativa, sino a la de pro-ad blog (aunque no se ve el símbolo, que es un conejo). Pues yo no veo nada malo en poner publicidad en los blogs (qué iba a decir sino..P) y estoy a favor de ello, aunque por supiesto, todo el mundo es libre de hacer lo que quiera en su blog, que para eso es suyo.