jueves, octubre 27, 2005

A sangre

Por muchas historias tristes que queramos inventar, no hay nada más duro que las historias reales.
Para las estacadas de la vida, sean o no causadas por nosotros mismos, jamás encontraremos consuelo.
Mi padre se metío en la droga. Tiene sida.
Mi abuelo murió de cáncer.
Mi marido me apalizaba.
Abusó de mí cuando era una niña.

Cruel (1. adj. Que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos ajenos.)
realidad (Verdad, lo que ocurre verdaderamente.)
Avatares (Fase, cambio, vicisitud. )
infortunados (Suerte desdichada o fortuna adversa.)
Despiadadas (Inhumano, cruel, sin piedad.)
personas (Individuo de la especie humana.)
Enfermedad (1. f. Alteración más o menos grave de la salud.
2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual. )
vital (Perteneciente o relativo a la vida.)

Herida (Perforación o desgarramiento en algún lugar de un cuerpo vivo.)

2 comentarios:

Angela dijo...

Y ya ves que igual nos hace falta inventar historias, y es que a quién le puede gustar una "realidad" como esta.

illa dijo...

Pues sí. Debes tener razón ángela. Quizá una de las funciones de las historias, sea ésa.