Me voy cayendo por las esquinas. A cada rincón, siempre encuentro a alguien que me sujeta, o para mi caída a su pesar.
No sé si es a causa de la falta de lógica de este mundo, o de la ley de la gravedad, pero no puedo evitarlo.
Por culpa de eso, mi cabeza ya no es lo que era y ha bajado un grado. Por lo que mis pensamientos han descendido otro peldaño, variando su fórmula completamente. Y mis pies...De tanto chocar se han vuelto miedosos y ya no se atreven a avanzar por delante.
Esperan detrás, temblando y discutiendo continuamente sobre el camino a seguir.
Me pregunto si en esta tesitura no me sería más cómodo vivir en el agua.
2 comentarios:
Depende de la altura de las olas.
En realidad hay pocos lugares seguros.
Ten en cuenta que, el agua, es el origen de la vida...
Publicar un comentario