La amistad es como una flor, hay que ir regándola o se marchita.
Cuantas veces no habremos escuchado frases como ésta y aún más simples, aconsejándonos el cuidado de las relaciones de amistad. Sobretodo en nuestra época prepúber y adolescente.
Siendo sincera..yo no creo en la amistad. Al menos no en la amistad imperecedera, sin condiciones o por encima de todo.No en esa amistad idealizada de los catorce años, que nos arrastra y nos lleva con su fuerza.
Sí en la amistad moderada, que tiene sus límites pero también sus enormes gratificaciones. Estar con alguien y disfrutar de esas horas increíbles. Compartir risas, juegos, miradas cómplices, bromas y algunas confidencialidades. Debatir, discutir, y estar de acuerdo, o no. Vivir experiencias y demostrar nuestros buenos sentimientos hacia el otro.
Pero no atarnos, no ponerlo por encima de todo y no volvernos sus esclavos. No entrar en el juego de las celosías ni exclusividades.
Yo tengo unos buenos amigos. Amigos de esos de los que, a pesar de no regar demasiado la flor, sigue viva y renace como nunca de sus cenizas en cada nuevo encuentro.
A veces me remuerde la conciencia el no repartir más mi tiempo, el no encontrar los momentos para esa llamada, esa comida, esa cerveza..Pero sé que conocen mis irregularidades, las perdonan y las quieren. Y algunos, por eso mismo, hacen el esfuerzo que yo no hago e insisten, y es gracias a ellos que la flor renace.(He de reconocerlo).
Carol vuelve el día 20 de Londres. Estará sólo 5 días, y ya me ha enviado un email pidiendo urgentemente el encuentro. Me muero de ganas de verla, y aún así he tardado 3 días en contestar, gajes de mi persona.Y las echo tanto de menos, a Carol, a Moni, y a Emma..que prefiero no pensar en los pasados días en que nos veíamos a diario por no entrar en la melancolía.
Anna, en cambio, está aquí, pero no la veo desde antes de Semana Santa.Y al ser ella como yo..hasta que una de las dos no se dé un empujoncito y se deshaga de su pereza (pues simplemente se trata de eso)..no nos encontraremos.
Luego está Sergio, al que tengo medio olvidado y no contesto a sus mensajes en el messenger a horas ya intempestivas para mí..Y igual andamos con Rosa (en tierras francesas), Lidia..o la misma Marina.
Me unen a estas personas amistades de muchos años. No nos vemos todos los días. Ni siquiera una vez a la semana. Tampoco hablamos asiduamente, al menos en persona o por teléfono.
Todos nos encontramos en diferentes trayectos de nuestras vidas, de algunos me separé hace 4 o 5 años, de otros algo menos..pero no nos hemos dejado atrás en el camino, estamos al día de todas nuestras eventualidades y de vez en cuando nos encontramos, y todo vuelve a ser como antes.
4 comentarios:
Yo tampoco creo en exclusividades ni celos. A la gente hay que darle alas, que vayan y vengan, marchen y vuelvan a regresar...
Los amigos son personas que nos conocen y nos aceptan como somos. Son aquellos que nos diran las cosas que les disgutan y también nos ayudaran a crecer. Reiremos con ellos o lloraremos, pero no estaremos siempre juntos. Habrá épocas en las que nos veamos más, en otras menos, pero siempre habrá un vículo de unión que renacerá como bien dices en cada nuevo encuentro.
Las exclusividades, los celos, el orgullo al que se llega por malentendidos... eso no es amistad.
Cada uno que siga su camino, los amigos siempre vuelven a encontrarse y aprovechan y se cuentan cómo les fue todo durante ese tiempo...
Sí, tenéis mucha razón :) Aunque creo no todo el mundo lo ve así
No, desgraciadamente, muchas personas no lo ven así... pero a mí me gusta pensar que la vida les irá abriendo los ojos y terminarán por aceptar que querer a alguien es dejarle libre (o algo):D
Publicar un comentario