miércoles, noviembre 17, 2004

Conclusión: Menos puede ser más

Ayer había un articulo de opinión en El País de José María Guelbenzu: Misterio a la Orden, que hablaba sobre el auge de las novelas de misterio y la preferencia de los españoles por este tipo de género. Y criticaba la deformación sufrida por el verdadero significado de lo que es el misterio, que en los actuales best sellers queda reducida a mera intriga.
A rasgos generales, comentaba que estos escritores se fijaban más en el decorado, en la acción, que en los personajes. Cuando es desde los personajes desde dónde nace el verdadero misterio que se transmite al lector. El misterio no se trata de un mero acertijo, que nos llevará a una solución, sino de endinsarnos en algo inexplicable, algo como es la esencia del ser humano: su origen y tantos otros interrogantes aún sin resolver.
Y las novelas actuales que tanto éxito tienen lo único que hacen es ir poniendo pistas al alcance del lector para al final resolver un acertijo, y encima resolverlo mal. Porque en resolver se necesita mucho más ingenio que en plantear, y la mayoría de los escritores carecen de este ingenio.
Y a modo de anécdota..ponía el hecho de que las bibliotecas aparecieran en estas novelas intrigantes únicamente como medio de consulta, y nunca de conocimiento.

Bueno, esto era a grandes rasgos lo que José María Guelbenzu decía en su artículo. Y pondría el link pero como el acceso a El País.es es sólo para los que pagan, y yo no tengo ni el lejano pensamiento de pagar por leer en internet lo que ya he leído en papel..(esto tb daría para otro tema que me indigna muchísimo), os tendréis que conformar con mi palabra o con haceros con un ejemplar sino lo tenéis ya (o suscribiros a elpais.es;)).

Y lo cierto es que estoy totalmente de acuerdo con él. He leído varias de estas novelas tan de moda consideradas best sellers del año (léase Los pilares de la tierra, El ocho, La sombra del Viento..)Y realmente lo único que plantean estos libros son acertijos tontos que enganchan, pero que no van más allá ni aportan nada a parte de puro entretenimiento pasajero.
Para mí, algo fallaba en estos libros que no me convencían, que no los acababa de encontrar tan magníficos como la gente me decía..y José María Guelbenzu ha sabido dar palabras a mi sentimiento. No sabía porqué era, pero ahora ya lo sé. Son proyectos de novelas de misterio sin llegar a ser la sombra de eso.
Son las migajas de algo de mucha más difícil elaboración y que no todo el mundo es capaz de hacer. Es una devaluación de lo que debería ser el verdadero misterio, el misterio que va más allá de conspiraciones novelescas y acontecimientos sorprendentes y con una cara oculta (pero no indescifrable). El verdadero misterio que se encuentra en obras tan dispares como las de Kafka o las de Tolstoi (como él también dice).

Pero bueno..a pesar de eso supongo que lo importante es que se lea. Aunque sean novelas de intriga disfrazadas de misterio, aunque sean libros de aeropuerto de filosofía barata. Voy en el tren y la gente lee libros. Mejores y peores, intensos y livianos..Creo que tendrían que reconocer al transporte público el mérito de incentivar la lectura entre sus usuarios, azuzados por las largas esperas a las que nos (me incluyo, por supuesto) someten.
Supongo que a algo negativo, siempre se le puede sacar partido.

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