jueves, diciembre 08, 2005

Delirios de pirata


...que de la oscuridad total me lleve al resplandor que me deje ciega.

Y así se hizo. Aquel día volvió con un parche en el ojo. Uno blanco y grande, formado por gasas y esparadrapo, que le cubría totalmente el ojo izquierdo.
No era nada grave, pero lo parecía. Y la gente lo miraba con una mezcla de compasión, aversión y curiosidad.
Al principio eso le compungió. Se sentía avergonzado en extremo y sólo quería que, de repente, las calles se volvieran desérticas, para poder llegar a casa sin ser visto.
Luego deseó que le hubiera pasado ésto en carnaval, o en Halloween. Todo adquiriría otro cariz. No parecería un invidente; sino un bromista, y la gente lo miraría divertida, admirando a alguien que tiene el descaro de disfrazarse antes de tiempo, a pleno día y sin importarle las miradas.

Le divirtió pensar ésto. En realidad, parecía un pirata. Su herida era una herida de guerra. se podría hacer pasar ante cualquier niño por el Capitán Garfio. Únicamente le faltaba la pata de palo, y el gancho por extremidad.
Se sintió en una película de piratas mientras esperaba el autobús, creyó ser tan malvado como ellos y acabó sentado en el asiento reservado a inválidos, embarazadas y ancianos durante veinte minutos.
Después de todo, hoy se sentía algo desvalido. Su campo de visión había disminuido un 50%. Y ahora se daba cuenta de lo importante que ese cincuenta era.
Cómo si viera a través de una cámara, todo lo que qedaba a su izquierda se encontraba fuera de campo, y debía girar por lo menos 90 grados su postura si quería que entrara en plano.
Además, no calculaba tan bien las distancias, o la profundidad. Le quedó claro cuando intentó llenarse el vaso de agua y acabó derramándolo todo.
Se imaginó estar en un baile de máscaras, en el que él llevaba el disfraz más atrevido y espeluznante. Por eso las miradas de admiración a su paso.

Pero dejó de fantasear. Ver a través de un solo ojo lo cambiaba todo. Lo real no parecía tan real. Y la percepción de los sentidos variaba totalmente.
Entonces supo que se encontraba en un universo paralelo, que hasta entonces le era totalmente desconocido. Todo aquello de realidades alternativas, dentro de otras realidades...era cierto.
Sólo tenía que guiñar un ojo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una nueva forma de ver el mundo, y adaptarse a él... Hay que mirar el lado positivo... Nueva percepción de lo que le rodea, descubriendo nuevas cosas...

Un abrazo.

Bowie dijo...

qué bueno, me recuerda a aquél cuento de Borges en el que los personajes descubrían que eran soñados por otros personajes, los reales

ciao!
abrazo