Sé que he deseado unas felices fiestas a mucha gente. Y de verdad lo deseo. Pero es muy difícil entrar con alegría en este nuevo año cuando el 2004 no ha sido un año nada feliz para el mundo.
No nos bastó con el 11-S del 2001 ni con tantas otras desgracias acaecidas. Además, en España hemos tenido nuestro 11-M particular..(¡malditas fechas señaladas, si todas lo van a ser por estas razones!) y aún tenemos nuestro grupo terrorista particular. A parte, por supuesto, integrantes del grupo terrorista más temido actualmente a nivel internacional conviven con nosotros sin nosotros saberlo, y no dejan de llegar pateras a nuestras costas repletas de gente a la que apenas ayudamos..cuando llegan.
Un panorama muy desagradable para terminar el año. Y ya nos parecían excesivas desgracias juntas..cuando la fuerza de la naturaleza arrolla mediante un enorme maremoto en el Índico a miles de personas.
Imágenes y cifras desoladoras, impactantes, increíbles..Y una abrumadora tristeza y sentimiento de impotencia que lo ocupa todo.
Pensando en todo lo sucedido durante este año pasado..que queda sino alegrarse de que por fin llegue a su fin, y desear con todas nuestras fuerzas que el 2005 que comienza sea totalmente diferente.
Que seamos más solidarios, que acabe la violencia, la prepotencia, el egoísmo... Que baje del poder quién merece bajar, que recoja lo que siembra quién de verdad lo merece, que acaben las injusticias, que las ideologías no nos separen, que la pobreza desaparezca, que los ricos..lo sean menos..Y que tratemos todo lo bien que se merece a nuestro preciado planeta, y esperemos que él haga lo propio con nosotros.
viernes, diciembre 31, 2004
Nadie mejor que tú (propósitos de año nuevo)
Para de mentir,
de intentar controlar
cada emoción
Deja de ocultar
la verdad y engañar
a tu corazón
Empieza por reconocer
qué es lo que eres
Tienes que recuperar
tu identidad
Para de llorar
que dar pena al final
es dar lo peor
Deja de pensar que el tiempo traerá
la solución
Acaba ya de una vez
de poner "peros"
Te repites y además
quedas fatal
Nadie mejor que tú podrá
decidir cambiar
Nadie mejor que tú para encontrar
otra realidad
Nadie mejor que tú sabrá
cuál es la verdad
Nadie mejor que tú para inventar
la felicidad
Basta de creer en un dios que jamás
ha creído en tí
Deja de esperar otra oportunidad
no va a venir
Empieza por vivir aquí
en el presente
Es tu sitio y además
no está tan mal
Nadie mejor que tú podrá
decidir cambiar
Nadie mejor que tú para encontrar
otra realidad
Nadie mejor que tú sabrá
cuál es la verdad
Nadie mejor que tú para inventar
la felicidad.
FELIZ AÑO A TODOS
de intentar controlar
cada emoción
Deja de ocultar
la verdad y engañar
a tu corazón
Empieza por reconocer
qué es lo que eres
Tienes que recuperar
tu identidad
Para de llorar
que dar pena al final
es dar lo peor
Deja de pensar que el tiempo traerá
la solución
Acaba ya de una vez
de poner "peros"
Te repites y además
quedas fatal
Nadie mejor que tú podrá
decidir cambiar
Nadie mejor que tú para encontrar
otra realidad
Nadie mejor que tú sabrá
cuál es la verdad
Nadie mejor que tú para inventar
la felicidad
Basta de creer en un dios que jamás
ha creído en tí
Deja de esperar otra oportunidad
no va a venir
Empieza por vivir aquí
en el presente
Es tu sitio y además
no está tan mal
Nadie mejor que tú podrá
decidir cambiar
Nadie mejor que tú para encontrar
otra realidad
Nadie mejor que tú sabrá
cuál es la verdad
Nadie mejor que tú para inventar
la felicidad.
FELIZ AÑO A TODOS
lunes, diciembre 27, 2004
Sky Captain y el Mundo del Mañana
SKY CAPTAIN Y EL MUNDO DEL MAÑANA (“SKY CAPTAIN AND THE WORLD OF TOMORROW”, Kerry Conran, 2004)
Antes de entrar en detalles sobre este curioso film, cabe hacer algunas apreciaciones respecto a su origen y desarrollo, harto peculiares. “Sky Captain yel mundo del mañana” nació en forma de cortometraje cuando los hermanos Conran, Kerry y Kevin, se propusieron demostrar que con la tecnología de un simple ordenador personal se podían obtener unos resultados nada despreciables. El productor Jon Avnet, seducido por el proyecto, quiso transformarlo en una película para la gran pantalla que, contando con grandes medios económicos, obtuviera los papeles protagonistas y el soporte digital más avanzado, pero manteniendo,eso sí, al debutante Kerry Conran como responsable de su realización y escritura. Como se deducirá de lo dicho, la cinta que nos ocupa es un extraño híbrido entreacción real y animación, puesto que la mayoría de escenas fueron rodadas con los actores sobre la denominada “blue screen” (“pantalla azul”), para añadir a continuación los decorados y paisajes generados por ordenador por donde se mueven. Llevando esta reconstrucción de la realidad al extremo, basta señalar que el fallecido Laurence Olivier “interpreta” el personaje del Dr. Totenkopf gracias al “corte y confección” que se llevó a cabo con imágenes de archivo pertenecientes a otros títulos en los que figuraba el actor.Con este atípico largometraje de aventuras y ciencia-ficción retro-futurista, Kerry Conran ha querido rendir un generoso homenaje a aquellas películas, folletines televisivos y publicaciones pulp que durante las décadas que abarcan desde los años 30 hasta los 50 popularizaron el género, llegando a constituir para muchos su época dorada, y por los que el director siente indudable afecto.
La decisión de crear artificialmente los escenarios, por tanto, no fue gratuita,ya que las imágenes producidas por ordenador se adaptaban mucho mejor a la construcción de ese universo propio, alejado lo suficiente de la realidad y bastante cercano al espíritu del cómic.
En efecto, el fruto de este experimento con la tecnología digital muestra una factura visual despampanante. Los edificios de la metrópolis y sus interiores, con un estilo art déco, y los parajes naturales resultan irreprochables. Del mismo modo, la recreación de los ingenios mecánicos y los artificios que protagonizan los combates aéreos impresionan en su concepción por ese ajustado desajuste entre modernidad y nostalgia. Asimismo, los colores de la cinta sufrieron un tratamiento especial acorde, viéndose teñidos por un virage sepia que imita la fotografía antigua.
Decididamente, la cuidada puesta en escena, y el trabajo asombroso que han llevado a cabo desde el departamento artístico y de efectos especiales merecen holgados elogios. El concepto, tanto estético como en espíritu, que se proponía revivir ese mundo retro-futuro cargado de ingenuidad ha encontrado en el diseñode producción un excepcional aliado..
Desafortunadamente, si “Sky Captain y el mundo de mañana” es una virguería formal, sus aspectos dramáticos no invitan al mismo entusiasmo. Por un lado, la película se levanta como un aparador tan sofisticado y artificioso, que la historia que nos explica se ve contagiada por un tono frío, metálico, y aunque dinámica, nunca se llega a vivir con intensidad. Por otro, el propio guión intenta emular el ánimo inocente de aquellos viejos relatos que mezclaban aventuras, romance y acción, pero se hace excesivamente blando y liviano en contenidos, pareciendo a menudo que el hilo argumental sea una mera excusa para el lucimiento de las batallas en el aire o de los complejos emplazamientos dónde se desarrolla la acción.
El neófito Kerry Conran se perfila como un realizador eficaz, no obstante, su talento se limita más a labores creativas —o recreativas—que al pulso de la narración. Faltará ver cómo evoluciona en adelante, y si su imaginación es tan fértil cuando no pisa en terrenos por los que siente auténtica devoción —hablando de devoción, no se queda atrás su cariño por “El Mago de Oz”—.
“Sky Captain y el mundo de mañana” es, sin duda, una experiencia original, en parte por su excepcional belleza plástica, en parte por su conseguida ambientación, que recupera con nostalgia un periodo de la ciencia-ficción muy estimable. Con todo, su flojo guión desmerece en buena medida el extraordinario esfuerzo técnico que se encuentra detrás, y la distancia que mantiene con el espectador es otro de los handicaps a salvar.
Antes de entrar en detalles sobre este curioso film, cabe hacer algunas apreciaciones respecto a su origen y desarrollo, harto peculiares. “Sky Captain yel mundo del mañana” nació en forma de cortometraje cuando los hermanos Conran, Kerry y Kevin, se propusieron demostrar que con la tecnología de un simple ordenador personal se podían obtener unos resultados nada despreciables. El productor Jon Avnet, seducido por el proyecto, quiso transformarlo en una película para la gran pantalla que, contando con grandes medios económicos, obtuviera los papeles protagonistas y el soporte digital más avanzado, pero manteniendo,eso sí, al debutante Kerry Conran como responsable de su realización y escritura. Como se deducirá de lo dicho, la cinta que nos ocupa es un extraño híbrido entreacción real y animación, puesto que la mayoría de escenas fueron rodadas con los actores sobre la denominada “blue screen” (“pantalla azul”), para añadir a continuación los decorados y paisajes generados por ordenador por donde se mueven. Llevando esta reconstrucción de la realidad al extremo, basta señalar que el fallecido Laurence Olivier “interpreta” el personaje del Dr. Totenkopf gracias al “corte y confección” que se llevó a cabo con imágenes de archivo pertenecientes a otros títulos en los que figuraba el actor.Con este atípico largometraje de aventuras y ciencia-ficción retro-futurista, Kerry Conran ha querido rendir un generoso homenaje a aquellas películas, folletines televisivos y publicaciones pulp que durante las décadas que abarcan desde los años 30 hasta los 50 popularizaron el género, llegando a constituir para muchos su época dorada, y por los que el director siente indudable afecto.
La decisión de crear artificialmente los escenarios, por tanto, no fue gratuita,ya que las imágenes producidas por ordenador se adaptaban mucho mejor a la construcción de ese universo propio, alejado lo suficiente de la realidad y bastante cercano al espíritu del cómic.
En efecto, el fruto de este experimento con la tecnología digital muestra una factura visual despampanante. Los edificios de la metrópolis y sus interiores, con un estilo art déco, y los parajes naturales resultan irreprochables. Del mismo modo, la recreación de los ingenios mecánicos y los artificios que protagonizan los combates aéreos impresionan en su concepción por ese ajustado desajuste entre modernidad y nostalgia. Asimismo, los colores de la cinta sufrieron un tratamiento especial acorde, viéndose teñidos por un virage sepia que imita la fotografía antigua.
Decididamente, la cuidada puesta en escena, y el trabajo asombroso que han llevado a cabo desde el departamento artístico y de efectos especiales merecen holgados elogios. El concepto, tanto estético como en espíritu, que se proponía revivir ese mundo retro-futuro cargado de ingenuidad ha encontrado en el diseñode producción un excepcional aliado..
Desafortunadamente, si “Sky Captain y el mundo de mañana” es una virguería formal, sus aspectos dramáticos no invitan al mismo entusiasmo. Por un lado, la película se levanta como un aparador tan sofisticado y artificioso, que la historia que nos explica se ve contagiada por un tono frío, metálico, y aunque dinámica, nunca se llega a vivir con intensidad. Por otro, el propio guión intenta emular el ánimo inocente de aquellos viejos relatos que mezclaban aventuras, romance y acción, pero se hace excesivamente blando y liviano en contenidos, pareciendo a menudo que el hilo argumental sea una mera excusa para el lucimiento de las batallas en el aire o de los complejos emplazamientos dónde se desarrolla la acción.
El neófito Kerry Conran se perfila como un realizador eficaz, no obstante, su talento se limita más a labores creativas —o recreativas—que al pulso de la narración. Faltará ver cómo evoluciona en adelante, y si su imaginación es tan fértil cuando no pisa en terrenos por los que siente auténtica devoción —hablando de devoción, no se queda atrás su cariño por “El Mago de Oz”—.
“Sky Captain y el mundo de mañana” es, sin duda, una experiencia original, en parte por su excepcional belleza plástica, en parte por su conseguida ambientación, que recupera con nostalgia un periodo de la ciencia-ficción muy estimable. Con todo, su flojo guión desmerece en buena medida el extraordinario esfuerzo técnico que se encuentra detrás, y la distancia que mantiene con el espectador es otro de los handicaps a salvar.
sábado, diciembre 25, 2004
Toc toc ¿quién es?
No me había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que, en poco tiempo, he cambiado. No sé exactamente en qué, pero siento que ya no soy la misma.
Y sobretodo, lo noté en la noche de ayer. La noche de Nochebuena.
Lo noté en cosas superficiales: No disfruté tanto de la cena. Me reí mucho, sí, pero los suculentos platos no despertaron la menor emoción en mí.
Y la pereza. Por primera vez en mi vida no me apetecía arreglarme. No me apetecía salir. No me apetecía rodearme de gente desconocida en cualquier local y pasar ese día bailando cualquier música sin sentido. Miraba la ilusión de esa niña de 15 años en sus regalos con comprensión y sonrisas. Pero ya no compartía ese sentimiento.
Eché de menos a mi familia. ¡Puf, cuánto la eché de menos! Esto tampoco me había pasado nunca.
Llamé a mis primos y a mis tios. Que en el otro extremo de la península celebraban juntos este día. Y nosotros aquí, en la distancia, echando de menos ..no sé..el ambiente familiar, supongo.
Esa noche me metí en la cama, en pijama, cerrando los ojos y deseando que las fiestas pasasen ya. Que no me tuviese que vestir, ni arreglar, ni comer. Abrazarme a la almohada y ya está. Nada más.
Pero ésta no soy yo. ¡Que me ha pasado!
Me da igual la celebración pq me falta gran parte de las personas con las que la quiero pasar.
Y sobretodo, lo noté en la noche de ayer. La noche de Nochebuena.
Lo noté en cosas superficiales: No disfruté tanto de la cena. Me reí mucho, sí, pero los suculentos platos no despertaron la menor emoción en mí.
Y la pereza. Por primera vez en mi vida no me apetecía arreglarme. No me apetecía salir. No me apetecía rodearme de gente desconocida en cualquier local y pasar ese día bailando cualquier música sin sentido. Miraba la ilusión de esa niña de 15 años en sus regalos con comprensión y sonrisas. Pero ya no compartía ese sentimiento.
Eché de menos a mi familia. ¡Puf, cuánto la eché de menos! Esto tampoco me había pasado nunca.
Llamé a mis primos y a mis tios. Que en el otro extremo de la península celebraban juntos este día. Y nosotros aquí, en la distancia, echando de menos ..no sé..el ambiente familiar, supongo.
Esa noche me metí en la cama, en pijama, cerrando los ojos y deseando que las fiestas pasasen ya. Que no me tuviese que vestir, ni arreglar, ni comer. Abrazarme a la almohada y ya está. Nada más.
Pero ésta no soy yo. ¡Que me ha pasado!
Me da igual la celebración pq me falta gran parte de las personas con las que la quiero pasar.
viernes, diciembre 17, 2004
Intenso
En esta semana he vivido intensamente todo lo que no viví los pasados meses.
Ha sido una semana agotadora, sin apenas tiempo para encontrarme a solas conmigo misma y procesar toda la información que recibía y todo lo que estaba pasando a mi alrededor.
El lunes comencé en mi nuevo empleo (ya el definitivo, espero, o al menos lo sería por mi parte) en la agencia de medios OMD. He entrado como assistant de planificación, y aunque el trabajo que realizo no es el que me gustaría (claro, soy assitant, que no planificadora), me encanta la empresa, todo lo que veo y aprendo, el estar de nuevo en contacto cono todo este sector que me apasiona y sentirme de nuevo on después de tantos meses apeada.
El ambiente de trabajo es magnífico, la gente muy alegre y lo cierto es que los días se me hacen muy amenos. Hago todo el seguimiento de las campañas, contacto con los medios y, de momento, poco más. Pero esto ya me hace sentir últil, integrada y..por qué no, una privilegiada al saber antes que nadie los anuncios que colapsarán a los medios en los meses próximos :).
En la hora y media para comer, me da el tiempo justo a comer y que me de el aire. Y es que salgo a pasear por la zona o me acerco al centro porque sino el estar todo el día encerrada se hace inaguatable. Sabe a poco porque de repente ya son las 15:30 y hay que volver a ponerse al trabajo. Pero por lo menos es divertido y el aburrimiento no tiene cabida.
Además, me he apuntado al gimnasio. Por primera vez en mi vida, lo he hecho. Yo, la antigimnasia personificada, me he visto seducida por el nuevo polideportivo (por llamarle algo) abierto en mi pueblo, y siguiendo a la masa allá me he ido.
Lo cierto es que es un gimnasio que, sin dejar de estar bien, es un tanto precario para los tiempos que corren.
Las actividades se reducen básicamente a 5. Dejando de lado todo lo qu pudiera ser Spinning, Fox-Trot, y demás variedades con algo de gracia. Y la piscina es únicamente de 25 metros.
Muy triste, en general. Pero peor estábamos antes.
No he averiguado nada nuevo, sino lo que ya sabía: No estoy en forma y el deporte sigue sin apasionarme. Pero eso sí, no me disgusta tanto como creía. Hacer steps incluso me resulta entretenido.
Y el suplicio lo aguanto por la futura promesa de la sauna de vapor, que es mi "actividad" predilecta :d.
El caso es que saliendo a las 18:30 de trabajar y llegando a casa casi a las 20:00 horas. Me daba el tiempo justo de coger los bártulos, cambiarme corriendo en los incómodos vestuarios siempre encharcados, y hacer algo de máquinas y piscina durante hora y media. Para a las 22:00 horas salir de allí, llegar a casa, cenar...y ver con horror que ya son las doce de la noche y que mañana me levanto a las 6:30, así que hay que dormir YA.
Lo dicho, semana agotadora. Porque aunque ayer no fui al gimnasio, tuve la cena de Navidad de la empresa:) Y aceptando la generosa oferta de una compañera de trabajo de quedarme a dormir en su estudio, he estado cargando mochila arriba mochila abajo por toda Barcelona durante todo el jueves y viernes. Una pesadilla.
¿Cómo estoy? Agotada.Pero feliz, eso sí. La cena fue todo lo bien que debía ir, y cada vez me siento más a gusto en este equipo.
Ha sido una semana agotadora, sin apenas tiempo para encontrarme a solas conmigo misma y procesar toda la información que recibía y todo lo que estaba pasando a mi alrededor.
El lunes comencé en mi nuevo empleo (ya el definitivo, espero, o al menos lo sería por mi parte) en la agencia de medios OMD. He entrado como assistant de planificación, y aunque el trabajo que realizo no es el que me gustaría (claro, soy assitant, que no planificadora), me encanta la empresa, todo lo que veo y aprendo, el estar de nuevo en contacto cono todo este sector que me apasiona y sentirme de nuevo on después de tantos meses apeada.
El ambiente de trabajo es magnífico, la gente muy alegre y lo cierto es que los días se me hacen muy amenos. Hago todo el seguimiento de las campañas, contacto con los medios y, de momento, poco más. Pero esto ya me hace sentir últil, integrada y..por qué no, una privilegiada al saber antes que nadie los anuncios que colapsarán a los medios en los meses próximos :).
En la hora y media para comer, me da el tiempo justo a comer y que me de el aire. Y es que salgo a pasear por la zona o me acerco al centro porque sino el estar todo el día encerrada se hace inaguatable. Sabe a poco porque de repente ya son las 15:30 y hay que volver a ponerse al trabajo. Pero por lo menos es divertido y el aburrimiento no tiene cabida.
Además, me he apuntado al gimnasio. Por primera vez en mi vida, lo he hecho. Yo, la antigimnasia personificada, me he visto seducida por el nuevo polideportivo (por llamarle algo) abierto en mi pueblo, y siguiendo a la masa allá me he ido.
Lo cierto es que es un gimnasio que, sin dejar de estar bien, es un tanto precario para los tiempos que corren.
Las actividades se reducen básicamente a 5. Dejando de lado todo lo qu pudiera ser Spinning, Fox-Trot, y demás variedades con algo de gracia. Y la piscina es únicamente de 25 metros.
Muy triste, en general. Pero peor estábamos antes.
No he averiguado nada nuevo, sino lo que ya sabía: No estoy en forma y el deporte sigue sin apasionarme. Pero eso sí, no me disgusta tanto como creía. Hacer steps incluso me resulta entretenido.
Y el suplicio lo aguanto por la futura promesa de la sauna de vapor, que es mi "actividad" predilecta :d.
El caso es que saliendo a las 18:30 de trabajar y llegando a casa casi a las 20:00 horas. Me daba el tiempo justo de coger los bártulos, cambiarme corriendo en los incómodos vestuarios siempre encharcados, y hacer algo de máquinas y piscina durante hora y media. Para a las 22:00 horas salir de allí, llegar a casa, cenar...y ver con horror que ya son las doce de la noche y que mañana me levanto a las 6:30, así que hay que dormir YA.
Lo dicho, semana agotadora. Porque aunque ayer no fui al gimnasio, tuve la cena de Navidad de la empresa:) Y aceptando la generosa oferta de una compañera de trabajo de quedarme a dormir en su estudio, he estado cargando mochila arriba mochila abajo por toda Barcelona durante todo el jueves y viernes. Una pesadilla.
¿Cómo estoy? Agotada.Pero feliz, eso sí. La cena fue todo lo bien que debía ir, y cada vez me siento más a gusto en este equipo.
domingo, diciembre 12, 2004
Feliz Navidad
12 de Diciembre y se acercan, como cada año sin perdón, las fechas navideñas. Supongo que éstas son unas fiestas que o se adoran o se odian. Yo pertenezco al primer grupo. Y la adoro por múltiples razones, pero, sobretodo, por lo familiar de estas fiestas. Es eso algo que valoro mucho, quizá simplemente porque lo añoro, o porque nunca he pertenecido a una familia demasiado..¿familiar?.
Cuando yo era pequeña, como toda niña ilusionada, soñaba con la llegada de los Reyes Magos (de Papá Noel no supe hasta bastantes años más tarde) a mi hogar, y en la de regalos que dejarían a su paso. Me encantaba estar de vacaciones, sentarme con la manta en el suelo, delante de la tele, y ver las hermosísimas películas de cuentos infantiles que cada vez parecen escasear más.
Las cenas con mis abuelos, primos y tíos. Veía a todos reir, cantar, tocar los instrumentos..y aunque quizá ese recuerdo se deba a una única noche de mi infancia, se me quedó tan grabada que quizá me prometí a mí misma disfrutar de esos momentos dichosos que se me ponían al alcance de la mano y no desperdiciar ninguno en el futuro.
Hay mucha hipocresía en esta sociedad de consumo, en este capitalismo creciente, en esta España demócrata en la que crecí y en la que vivo..Pero no por ello amarga un dulce. No por ello dejaré de sonreir ante las luces que iluminan la ciudad, ante la sonrisa de la gente que aprecio cuando abre el regalo que he comprado con toda mi ilusión y cariño. No por ello dejaré de disfrutar de las golosas comidas en compañía de ojos risueños y rotundas carcajadas. De brindis que guardan los mejores deseos, de gente ilusionada vistiendo sus mejores galas, de niños soñadores que lo esperan todo y cuya inocencia me conmueve.
¿No os parece magnífico que gran parte del mundo se haya puesto de acuerdo en crear esta especie de "mito", de mentira piadosa, en la que seres inexistentes llegan de lugares remotos a repartir dicha en forma de regalos? Lo fácil que sería ir desentendiéndose de todo ello, acabar con la mentira, apartar los disfraces y parafernalias..Pero no es así, todos los adultos compartimos un acuerdo mutuo y jugamos a este juego de disfraces, de trucos, de magia.. una vez al año. Sin traiciones, con respeto y muchos, con ilusión. Asombroso. Un cuento hecho realidad cada año.
Y este es un fin de año especial para mí, porque ha sido un año clave en mi vida. Año de transición y de cambio de rumbo. La prueba de fuego. Año en el que buena parte de mis deseos del pasado se han visto cumplidos (aunque la espera se me haya hecho eterna).
Además veo ante mí un precioso y ancho camino hacia el futuro. Un futuro esperanzador.
Un futuro al que me dirijo con ganas. ¡Por fin ganas! Con decisión. Firmeza. Energías. Y con muchas, muchas ansias de disfrutar de cada segundo.
Cuando este año alce mi copa de cava para brindar, brindaré por mi buena suerte, por seguir resistiendo, por seguir cumpliendo sueños.
Brindaré por mí, por ti, y por todos vosotros. Brindaré porque todos, en algún momento, seais tan felices como me siento yo ahora, y porque vuestros sueños también se cumplan.
Feliz Navidad.
Cuando yo era pequeña, como toda niña ilusionada, soñaba con la llegada de los Reyes Magos (de Papá Noel no supe hasta bastantes años más tarde) a mi hogar, y en la de regalos que dejarían a su paso. Me encantaba estar de vacaciones, sentarme con la manta en el suelo, delante de la tele, y ver las hermosísimas películas de cuentos infantiles que cada vez parecen escasear más.
Las cenas con mis abuelos, primos y tíos. Veía a todos reir, cantar, tocar los instrumentos..y aunque quizá ese recuerdo se deba a una única noche de mi infancia, se me quedó tan grabada que quizá me prometí a mí misma disfrutar de esos momentos dichosos que se me ponían al alcance de la mano y no desperdiciar ninguno en el futuro.
Hay mucha hipocresía en esta sociedad de consumo, en este capitalismo creciente, en esta España demócrata en la que crecí y en la que vivo..Pero no por ello amarga un dulce. No por ello dejaré de sonreir ante las luces que iluminan la ciudad, ante la sonrisa de la gente que aprecio cuando abre el regalo que he comprado con toda mi ilusión y cariño. No por ello dejaré de disfrutar de las golosas comidas en compañía de ojos risueños y rotundas carcajadas. De brindis que guardan los mejores deseos, de gente ilusionada vistiendo sus mejores galas, de niños soñadores que lo esperan todo y cuya inocencia me conmueve.
¿No os parece magnífico que gran parte del mundo se haya puesto de acuerdo en crear esta especie de "mito", de mentira piadosa, en la que seres inexistentes llegan de lugares remotos a repartir dicha en forma de regalos? Lo fácil que sería ir desentendiéndose de todo ello, acabar con la mentira, apartar los disfraces y parafernalias..Pero no es así, todos los adultos compartimos un acuerdo mutuo y jugamos a este juego de disfraces, de trucos, de magia.. una vez al año. Sin traiciones, con respeto y muchos, con ilusión. Asombroso. Un cuento hecho realidad cada año.
Y este es un fin de año especial para mí, porque ha sido un año clave en mi vida. Año de transición y de cambio de rumbo. La prueba de fuego. Año en el que buena parte de mis deseos del pasado se han visto cumplidos (aunque la espera se me haya hecho eterna).
Además veo ante mí un precioso y ancho camino hacia el futuro. Un futuro esperanzador.
Un futuro al que me dirijo con ganas. ¡Por fin ganas! Con decisión. Firmeza. Energías. Y con muchas, muchas ansias de disfrutar de cada segundo.
Cuando este año alce mi copa de cava para brindar, brindaré por mi buena suerte, por seguir resistiendo, por seguir cumpliendo sueños.
Brindaré por mí, por ti, y por todos vosotros. Brindaré porque todos, en algún momento, seais tan felices como me siento yo ahora, y porque vuestros sueños también se cumplan.
Feliz Navidad.
Pinback- Seville
They're gonna kill us all
Oh sheena kneels
And prays over the graves
And wishes of her god to be so brave
The roses she had picked
Fall from her hand
On to the ground which
Will soon hold her
Sheena Bella
Sheena Bella walks and
Sheena Bella strays
Oh, fetal Sheena counts off her last days
The colors of the grass
The shadows on the floor
The precious things that she
Had no time for
She was only 4 years old
She was barely 4 years old
Sheena Bella
They're gonna kill us all
Oh sheena kneels
And prays over the graves
And wishes of her god to be so brave
The roses she had picked
Fall from her hand
On to the ground which
Will soon hold her
Sheena Bella
Sheena Bella walks and
Sheena Bella strays
Oh, fetal Sheena counts off her last days
The colors of the grass
The shadows on the floor
The precious things that she
Had no time for
She was only 4 years old
She was barely 4 years old
Sheena Bella
They're gonna kill us all
miércoles, diciembre 08, 2004
Estado: "Puntillo"
Me gusta el estado de mareo en que me inunda el alcohol. No la borrachera, sino el "puntillo", en el que dices o haces lo que quieres hacer o decir en ese mismo momento y aún controlas tus movimientos y conciencia.
Es genial. Porque mi memoria se agudiza y me acuerdo de todo lo que tenía o debía decir y que normalmente se me olvida.
Cada vez que bebemos alcohol matamos neuronas. Quizá. Pero a mi memoria parece que eso le sienta bien.
Vamos, todo esto para decir que cuando bebo demasiado..no callo. Comienzo a hablar y hablar y pobre de aquel que se encuentre a mi lado porque soy capaz de explicarle cada filosofada varia que se me ocurra, o, aún peor, todas mis andaduras hasta el día de hoy con puntos y comas.
El caso es que me encantan las celebraciones, y beber sin darme cuenta hasta que de repente noto que todo lo que he bebido se me sube a la cabeza, las mejillas se me sonrojan y comienzo a hablar de todo como una loca.
Me gusta porque entonces mis conocidos me miran divertidos y con esa mirada que parece decir: "No ha bebido nada y ya le ha subido, !no cambia¡"(Bueno, o quizá sí haya bebido bastante, pero en todo caso, siempre me ofrecen esa mirada cariñosa, del que te conoce y te quiere por tus rarezas). Y yo les devuelvo la mirada acompañada de una enorme sonrisa. Les quiero más aún de lo que les quiero normalmente y me enfrasco en conversaciones que me son tan agradables que nunca terminaría.
Claro que el secreto está en hacerlo únicamente de forma puntual, y sin sobrepasar el límite que mi estómago permite.
Es genial. Porque mi memoria se agudiza y me acuerdo de todo lo que tenía o debía decir y que normalmente se me olvida.
Cada vez que bebemos alcohol matamos neuronas. Quizá. Pero a mi memoria parece que eso le sienta bien.
Vamos, todo esto para decir que cuando bebo demasiado..no callo. Comienzo a hablar y hablar y pobre de aquel que se encuentre a mi lado porque soy capaz de explicarle cada filosofada varia que se me ocurra, o, aún peor, todas mis andaduras hasta el día de hoy con puntos y comas.
El caso es que me encantan las celebraciones, y beber sin darme cuenta hasta que de repente noto que todo lo que he bebido se me sube a la cabeza, las mejillas se me sonrojan y comienzo a hablar de todo como una loca.
Me gusta porque entonces mis conocidos me miran divertidos y con esa mirada que parece decir: "No ha bebido nada y ya le ha subido, !no cambia¡"(Bueno, o quizá sí haya bebido bastante, pero en todo caso, siempre me ofrecen esa mirada cariñosa, del que te conoce y te quiere por tus rarezas). Y yo les devuelvo la mirada acompañada de una enorme sonrisa. Les quiero más aún de lo que les quiero normalmente y me enfrasco en conversaciones que me son tan agradables que nunca terminaría.
Claro que el secreto está en hacerlo únicamente de forma puntual, y sin sobrepasar el límite que mi estómago permite.
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