jueves, julio 28, 2005

Cogiendo aire

Necesito tener días en los que encontrarme conmigo misma.
Estar a solas con mi presencia, mis pensamientos y mis silencios. Sentir el eco, las ensoñaciones, dejarme arrastrar por la pereza, por la desidia y por el instinto. Yo sola. Sin nadie más, ni siquiera un espejo. Pues llega el día en que el ruido de la compañía me molesta.

Y coger aire de nuevo. Renovarlo para, horas después, seguir adelante.

Hoy he hecho ese stop en el camino. Lo he provocado, adrede, a conciencia. No he actuado dignamente por ello. He mentido.
Pero aunque me arrepiento una pizca, era lo que necesitaba.
Estoy concentrada, encontrándome, me vuelvo a ver y sentir. Ahora sé que sigo aquí, que no me he perdido, que soy la misma a pesar de todo.
Me daré algunas horas más... y soltaré el aire de golpe. Hasta la próxima.

miércoles, julio 27, 2005

Predilecciones prohibitivas

Chloé
Blumarine
Anna Sui
Nina Ricci
Moschino
Juicy Couture
Mathew Williamson

La tienda de Tomasita

En mi infancia hay una tienda. Un pequeña tienda de víveres de esas que lo tienen todo y que ya casi no hay, a las que hoy en día las leyes tienen que proteger para que no sean absorvidas o obligadas a cerrar. Lo que llamaríamos un colmado.
No sé que nombre tendría, pero para nosotros era "la tienda de Tomasita".

Tomasita era la tendera, la hija de los señores padres de Tomasita. Su madre atendía en el mostrador, junto a ella, y su padre era un abuelo octogenario que paseaba por la ciudad en bicicleta y que desde su dos ruedas siempre me hacía rabiar.

En la tienda de Tomasita descubrí los Phoskitos, los tomates, aprendí a robar nueces y encontré la utilidad al papel con el que se envolvía el pan. Ese papel marrón tan característico.
En el mostrador, cada día, esperándome, aguardaba un bote repleto de bolígrafos. Y Tomasita me brindaba su sonrisa y su papel marrón al mismo tiempo que yo cogía con ansia uno de ellos.
Y dibujaba orgullosa bajo sus aclamaciones.
En esos momentos me creía la mejor dibujante del mundo. Mis sirenas eran las sirenas más bellas de cualquier mar posible, mis casas, las más luminosas y admiradas, y mis príncipes y princesas, los más apuestos y buenos que jamás nadie podría conocer.
Ese feo papel marrón se convertía en el lienzo más codiciado por cualquier experto, y mis obras eran mostradas mediante continuos elogios a mi persona y destreza.

Cada incursión en la tienda de Tomasita se convertía en una agradable visita a mi ego, y un inconmesurable cariño se estableció entre esas 3 personas, mi madre y yo.

No sé que fue de la tienda de Tomasita. Si sigue abierta, si cerró, o si en su lugar hay algún supermercado. Quizá su pícaro padre ya no viva, los 3 se hayan mudado, o sean dueños de una tienda aún más entrañable. Puede que, de vez en cuando, aún tengan algún recuerdo para mí, como lo tengo yo para ellos.
Por eso, supongo, les dedico este rinconcito en mi blog.

martes, julio 26, 2005

Angel



Incluso cuando me propongo ser mala, las circunstancias hacen que sea buena.


domingo, julio 24, 2005

En femenino

Con su larga melena, lisa o rizada. Su pintalabios marrón y sus zapatos de salón. Pisadas seguras y precisas sobre el asfalto, a punto de quebrar bajo sus pies. Gemelos torneados bajo la falda y expresión seria, ausente.
Iba a la playa y fumaba mientras vigilaba a su hija jugar en la orilla. Completamente vestida, sólo sus pies desnudos en la arena, y paciencia impaciente. Resignada.
Mujer y madre, por encima de todo.
Tenía 30 años y era el símbolo de la femineidad.

viernes, julio 22, 2005

Toda decisión requiere su banda sonora

Me he levantado
me he vestido de comando
he cogido mis armas
dispuesta a enfrentarme a la mañana.

Agarrada al asiento
mis ojos en la ventana
y es que hace tiempo que empecé
mis planes de batalla.

Hoy dejaré pasar a aquellos que pudo haber
y que al final no pude tener.
Me cortaré el pelo
mis recuerdos caerán al suelo y se los comerán mis pies.

Y es que hace tiempo que empecé mis planes de batalla
y es que hace tiempo que empecé mi estrategia canalla.

Es la hora de la chica,
la hora de mi vida,
sin estar segura de lo que voy a guardar en el bolso,
sin estar segura de lo que sacaré de mi vida.

Y es que hace tiempo que empecé mis planes de batalla
y es que hace tiempo que empecé mi estrategia canalla.

Es la hora de la chica que camufla su herida
Y es que hace tiempo que empecé mis planes de batalla

y es que hace tiempo que empecé mi estrategia canalla

Nosotrash- Planes de batalla

Interpretación libre

miércoles, julio 20, 2005

Va de películas

Uups!

Pues sí, que se me había pasado la cadena de Escobilla de WC, pero como dicen que más vale tarde que nunca...

Número de películas: Supongo que se refiere a las que tengo.. Contando las piratas (a ver si ahora me detienen por decirlo)...¿unas 200? Y no, no las voy a contar.


Última comprada: Grandes Esperanzas, de Alfonso Cuarón, ¡que es mi preferida y aún no la tenía! Y Un día en las carreras de los hermanos Marx (ésta por la colección de El País).

Última que vi: Equilibrium, de Kurt Wimmer

Una idea potencialmente buena pero mal llevada a la pantalla: Uff, tantas y tantas! Como Los 4 Fantásticos sin ir más lejos, ahora que está de moda. Vamos, ¡si tenían hasta guión hecho!

Próxima que voy a ver: Tengo tantas pendientes que cualquiera será bienvenida, pero le tengo ganas al documental La pesadilla de Darwin y a A las cinco de la tarde o El viento. Aunque seguramente la próxima que vea sea Sin City (que también tengo ganas, también).

5 pelis que veo un montón o que tienen un significado para mí: Grandes Esperanzas, El Padrino, Cinema Paradiso, Blade Runner, y..ufuf Trainspotting/Lo que el viento se llevó/La naranja mecánica y mil más.

Instrucciones:1) Tome el libro más cercano.2) Ábralo por la página 23.3) Busque la quinta oración.4) Postéela en su blog junto con estas instrucciones
"Esos hombres dejaban a los partidos políticos la cuestión de los derechos; se ocupaban de la cuestión de la felicidad".


Y le paso el testigo a X, que sé que le tenía ganas ;).

Simvida


Debo estar algo paranoica, pero juraría que estoy viviendo en un juego de Los Sims.

Nada más comenzar la partida, busqué trabajo y comenzé como assistant. Voy de tal horario, a tal otro, en el que no estoy en casa.
El resto del día está dividido y dirigido a cubrir los diferentes aspectos que configuran mi vida. Empleo el tiempo libre en comer, formarme, divertirme, convivir/relaciones sociales e higiene.
Por eso, hago lo mismo que los sims: veo la TV, juego al ordenador, escribo en el "periódico"/blog, leo, hago ejercicio, juego, cocino, limpio, charlo, río, escucho música, bailo, duermo...
Mi vida se divide en estas esferas y todas tienen que estar cubiertas con su indicador verde al máximo posible para mayor confort personal, pues significan mi mayor o menor grado de satisfacción.
Incluso he descubierto la variable entorno y cómo es capaz de influir en el estado anímico.
La única diferencia es que yo no recibo tantas visitas espontáneas ni puedo desarrollar igual de fácilmente todas las habilidades. Pero por lo demás, perfectamente podría haber un rombo verde sobre mi casa o mi cabeza.
A veces miro para asegurarme de que no lo hay.

Y no sé si realmente los creadores de Los Sims han conseguido crear un juego muy logrado, o si es que mi vida es tan automática que parece un videojuego.

martes, julio 19, 2005

Deseos

Bailar en medio de la calle, al ritmo de Sacré Français. Seguir mis impulsos, sin importarme las formas, y hacer lo que quiera, sin buscar las razones.
Disfrutar del sonido, el paseo y el tiempo. Sin prisas, sin pausas. Sin límites.
Amar mi cuerpo, disfrutar de los besos, las palabras, y continuar.
Porque ya tengo un comienzo.

lunes, julio 18, 2005

El inevitable ser de lo sin


Por mucho pan bimbo integral, chocolate sin azúcar y galletas Biocentury que sean...un atracón no deja de ser un atracón. Y yo nunca aprenderé...

jueves, julio 14, 2005

inexpresividad

Este post viene relacionado con lo que contaba glue en su blog. Pues me he visto reflejada en sus palabras y en sus actos, y quiero relatar mi forma de ver las cosas porque a veces eso también ayuda a comprenderse mejor a uno mismo y a que los demás se comprendan.
Yo tampoco soy una persona efusiva. Cariñosa es el último adjetivo que quienes me conocen me aplicarían. No me gustan los besos, no doy abrazos y que un te quiero salga de mi garganta es como destapar mi propia caja negra.
Aunque siempre hay excepciones. Con J. conseguí ser más cariñosa (pobrecillo sino..), y con mi primi, también lo soy. Deben de ser las dos únicas personas en el mundo que me sacan abrazos, besos y palabras de aprecio en tono meloso. Y aún así no siempre me salen fluidas.

De pequeña me limpiaba con la mano los besos que me daban en las mejillas. No soportaba aquella sensación húmeda en mi piel que quedaba después, con su saliva impregnada. Y odiaba que me importunasen continuamente pellizcándome o diciéndome lo rica, guapa, lista (y parecidos) que era mientras acompañaban sus palabras con continuas demostraciones de cariño.
Emitía quejas, me zafaba como podía y seguía a lo mío.
Sí, siempre fui muy autónoma. Me gustaba jugar sola sin ser molestada. Y si lo hacían, me encolerizaba.¡Qué pesados!

Al ser mayor, eso se ha transformado en un carácter nada efusivo en cuanto a demostración de sentimientos se refiere. Nunca he dicho un te quiero a mis padres. Ni a mis abuelos, o tíos, o amigos. Los abrazos y los besos me los arrebatan a regañadientes, y únicamente cuando hace mucho tiempo que no nos vemos, o en las despedidas ante separaciones que preveemos serán largas.
No me avalanzo sobre los niños pequeños y los colmo de carantoñas, sino que los miro con curiosidad, pruebo su inteligencia y si no me gusta su carácter, me exasperan.

Ésto no quiere decir que no quiera a mis padres, a mi familia o a algunos amigos. Sino que simplemente no me sale el demostrarlo. Igual que hay gente muy expresiva que enseguida demuestra lo que siente, yo soy todo lo contrario.
En realidad no me desagrada serlo, tampoco es que me de ningún inconveniente. Pero sí hay momentos en que necesitas hacer sentir ese amor hacia los demás, y que la imposibilidad de actuar, no sé bien por qué, se convierte entonces en una enorme barrera insalvable que parece deshumanizarte y separarte del resto de mortales.

Ha habido momentos en que he deseado abrazar, besar y decir te quiero, os echo de menos, estoy preocupada por ti.
Todo mi ser gritaba de agonía por las ganas de decirlo, de demostrarlo, de sacar fuera todo lo que llevaba dentro.
Pero no he sido capaz. No he podido. Como si las formas pudiesen más que los sentimientos. Y me han carcomido las entrañas las ganas.
Me las he merendado, y lágrimas secas se han quedado agolpadas en la garganta.
Abrazos, besos y muestras de afecto abortadas aun cuando apenas habían conseguido atisbar la luz.
Sin encontrar razones. Pero incapaz de evitarlo.

Y es entonces cuando, si pierdes a una de las personas muestra de ese afecto que no prodigas, y te das cuenta del error que has cometido, te duelen más tus no-actos. Tus silencios y tu autonomía.
Ahora sólo te queda confiar en que, a pesar de todo, esa persona de verdad te conociera y supiera sin necesidad de gestos o palabras todo el cariño que le profesabas.
Te queda esa vana esperanza, pero también te queda la incertidumbre de que no sea cierta.

martes, julio 12, 2005

Con sabor a piña

Yo también estoy dispersa.
Los cambios, el verano, la jornada intensiva (que es fatal para mi dieta, que nunca fue sana, pero ahora es catastrófica), las inquietudes..
Mis veranos siempre son irregulares y desordenados. Y la falta de concentración los domina. Me vuelvo improductiva. Leo menos, escribo menos, pienso menos y me desconcierto más.
Por eso ahora mismo mi blog baila entre todas las aguas posibles. Veo en él remolinos, brisas frescas y soles perezosos.
Sabe a arena, a sal y a malibú con piña.
Supongo que los largos días hacen que vea más apropiado que nunca (mi blog, que no yo) el dejarlo todo para mañana.

lunes, julio 11, 2005

Historias

Todo pueblo tiene su historia. Toda persona, todo piso, toda calle, incluso toda huella la tiene.
No me había dado tanta cuenta de ello hasta hace poco, y todo gracias al vestigio de una historia. Al comentario que dejó ver más allá, mediante el que se sabe que tras esas palabras, se esconde todo un mundo. Toda una época y emociones vividas, y todo fuertemente ligado a un lugar y unos habitantes concretos.

Mi pueblo es pequeño. Cuando llegué a él no llegaría a los 8000 habitantes. Ahora tendrá, no sé, ¿9000 quizá?.
Ha crecido mucho últimamente, pero ya había crecido antes de que yo llegara, y muchas personas ya tenían a él ligada su historia. Hasta ahora ni siquiera se me había ocurrido que pudiera ser así, tan en poca valía lo tenía.

Paca vivió en mi pueblo hace 30 años.
Eso fue antes de que yo naciera. Cuando mi pueblo era apenas una calle y tenía un único edificio de pisos. El mismo edificio que aún hoy se erige, no menos orgullosamente, en esa misma calle.
Me pregunta Paca si sigue en pie esa enorme planta dedicada a la fabricación de embutidos que daba de comer a todo el pueblo.
No, esa empresa quebró armando tremendo escándalo y cerró cuando yo fui a vivir a mi pueblo. Tenía 12 años. Y hace algunos menos, su estructura fue derruida.
Paca dice que ella vivía en el primer edificio que se construyó, al lado de la enorme empresa. Que vivió allí durante 3 años, y lo abandonó cuando su compañero murió en un accidente.
Lo comenta así de directa, parca, seria, sin vestigio de emoción pero sí con el curioso eco de épocas pasadas cubiertas por el polvo. No quiso seguir sacando de su gruta aquel recuerdo, supongo que eso significaría revivir dolorosas emociones.
Pero sí me dice que le encantaba mi pueblo, cree que porque en él pasó una de las épocas más felices de su vida.
Y yo me quedo con la sorpresa atragantada en la garganta y los ojos secos y vacíos en extremo. He estado a punto de decirle que justo en el lugar que ocupaba la antigua empresa están haciendo nuevos bloques de pisos, y que J. y yo planeamos allí nuestros propios días felices.
Pero callo porque esa será mi historia, y no quiero que sienta atropellada la suya por compartir el mismo espacio con la mía.

Ahora camino por las calles de este lugar y me pregunto cuántas historias más esconderá tras sus fachadas. Tras las ventanas cerradas o abiertas y tras las calles asfaltadas o las llenas de polvo.
Sobre cuántas vivencias se habrán abierto nuevos negocios y estarán ahora mismo viviendo sus vidas nuevas familias, que poco o nada tendrán que ver con aquellas del pasado que, por las circunstancias que fueran, siempre tendrán un hueco en su memoria para este entorno. Ese entorno que fue el suyo, y que ahora es el mío aunque yo nunca lo haya sentido así. Aunque sepa que nunca lo sentiré así hasta que lo abandone y lo mire con los ojos de mis recuerdos.

jueves, julio 07, 2005

Siendo explícita

No veo el tiempo avanzar tan rápido por nada. Por suerte, no en vano.
Los acontecimientos se suceden, y la emoción me embarga, sea positiva...o negativa.

Hace un mes que tengo contrato indefinido. Creo que lo había dicho en todas partes y a todo el mundo, excepto en mi blog. Bueno, en realidad llevo escribiendo sobre ello desde el post de mis pequeñas ambiciones, Madonna y yo, pero no de manera explícita. La mayoría de las veces me cuesta serlo(esto me da para otro post en días próximos).

Además, ya estoy matriculada en el Màster en Marketing i Comunicació que comienza en Noviembre. Al final me he decidido: es práctico y económico. Y no se trata de ese gran máster para el que todo el mundo me aconseja que espere. Les haré caso y esperaré. Pero mientras tanto todo mi ser me pedía hacer esto. Seguirme preparando y estudiar algo que, creo, me apasionará.

No acaban aquí los acontecimientos: tengo piso. No prácticamente, pero lo tengo.
J. y yo hemos llegado AL ACUERDO. El definitivo. Y a partir de Noviembre (gran mes) me meto en hipoteca. Al 50%.
Quizá máster+hipoteca sea demasiado para mí (a no ser que de ese contrato indefinido pasemos al aumento), pero tengo la gran suerte y seguridad de tener unos padres que me apoyan y respaldan, y pueden ayudarme en cuanto al máster se refiere.

Y para más inri, ya me he hecho con las entradas para el concierto de Depeche Mode: EL CONCIERTO (y es que el día va de mayúsculas). El 10 de febrero del 2006 ya tengo una cita. Vamos glue (me permitirás que me refiera a ti por tu nick, ya has entrado en esta esfera ;), C., J. y yo. Las entradas para Barcelona han salido hoy a la venta y ya estaban agotadas las principales. Vertiginoso (vale, quizá no tanto como U2, pero vertiginoso)

Lo único que oscurece ahora mismo mi vida son los últimos acontecimientos acaecidos en Londres, aunque tras saber que las personas cercanas que ahí se encuentran están bien (M. y Doblezero), me permitiréis que, a pesar de la consternación, desaliento y ahogo en la boca del estómago (pues quien mejor que nosotros para conocer lo que están pasando), lo vea todo desde cierta distancia. Me siento un poco a años luz de este planeta, y aunque las noticias han impactado mi burbuja, aún no la han conseguido hacer explotar.
Aunque lo hará en breve, lo presiento.
Sólo espero que la caída y vuelta a la Tierra no duela mucho.


miércoles, julio 06, 2005

Atrapada en el tiempo, yo también

Los días pasan tan veloces que apenas me doy cuenta de ellos.
Flish flash flu Flish flash flu
Y una semana más.
Aún así, a veces su marcha se ralentiza y el tiempo queda congelado en un segundo. Las agujas se paran ante mis ojos y luchan contra la fuerza que las hace girar. Se vuelven pesadas e inamovibles.
Pero una vez superada la dificultad de ese segundo, vuelven a dispararse como si hubieran cogido carrerilla y el resto del día avanza a un ritmo frenético.
Cuando me doy cuenta ya vuelve a sonar el despertador. De nuevo olvidé llamar a esos cincuenta mil sitios que quería llamar y arreglar esos cuatro mil asuntos que debía arreglar.
Mañana lo haré, me digo.
Pero ya es mañana y el tiempo me vuelve a atrapar en su vertiginoso ritmo, sin hacer posible el zafarme de él.
Flish flash flu Flish flash flu
Escribo desde años luz, siento que aquí ya es futuro y los que me lean no podrán alcanzarme a menos que cojan carrerilla.

martes, julio 05, 2005

Viejos y presentes fantasmas

J. se ha venido a vivir conmigo.
Vamos a pasar la primera semi-prueba de fuego. Nos toca convivir juntos.
Aunque digo semi-prueba porque no es prueba del todo, ya que aunque durmamos juntos cada día, no llevamos la casa al 100%.
Ni siquiera llevamos las comidas al 100%.
J. sigue comiendo en su casa, cuando la mía está vacía. Y yo sigo comiendo cualquier cosa, aventurándome poco a poco, eso sí, en los entresijos de la cocina, ésa gran desconocida.

En realidad, más que una prueba de fuego para ambos...la prueba es para mí.
Desde niña, quise ser tan independiente y mujer del s.XX, que me negué en redondo a asumir cualquier tipo de tarea doméstica, supongo que atribuyéndolas a la esclavitud de la vida en el hogar y al papel del ama de casa que yo jamás quise hacer.
Aunque tarde, me he dado cuenta de que las cosas no son tan así. Pero me sigue costando deshacerme de esa imagen que tengo de los quehaceres cotidianos. Y a pesar de que cuando estamos solos en su apartamento, J. hace bastante más que yo, yo sigo mirándolo recelosa cada vez que me toca contribuir en algo.
No es que no quiera hacerlo, sino que no logro quitarme esa asociación de ideas de la cabeza y me importunan continuamente.
Supongo que me he convertido en la antítesis de la mujer de los años 50, y el otro extremo tampoco debe ser bueno.
Muchas chicas (y chicos) de mi edad se extrañan de mi conducta. Ellas limpian, cocinan y planchan desde hace años, algunas desde siempre. Y yo justo comienzo...y tan sólo lo hago de vez en cuando.
Noto sus miradas reprobadoras y sus ceños fruncidos cuando explico mi situación.
No las culpo. Deben tener razón. LA RAZÓN me lo susurra al oído.
Y junto a esa certeza, lucho contra el resto de mi ser, que me lo niega y gana en tozudez.

Pero insisto, que no es vagancia (y mira que con ésta me veo las caras cada día), que son prejuicios.
Por eso ésta es para mí una prueba, una prueba de superación de mis viejos y presentes fantasmas.
Vamos a ello.

viernes, julio 01, 2005

Sólo puedo darte


Puede que tú esperes

algo más, un beso
de esos que nos vuelven
inmortales, invencibles, casi imbéciles.

Te buscaré en el mapa,
te he señalado en rojo
brújulas en los ojos
para volver a verte.

Te buscaré en el agua
junto a los peces globo
me muero si te toco,
me muero si te toco.

Te miraré un buen rato
hasta entenderlo todo,
todo lo que yo siento
se perderá en el tiempo…

Deja que te mire,
sólo puedo darte
ésto una mirada
larga, larga, larga.

Puede que tú esperes
algo más, un beso
de esos que nos vuelven
inmortales, invencibles, casi imbéciles.

PEZ GLOBO
Nosoträsh