jueves, enero 13, 2005

Hay un ser extraño en mí

Hoy he leído en el foro un tema abierto sobre la esclavitud que demostramos hacia el tiempo, ese eterno dictador.
Precisamente por culpa del tiempo, o de su falta (además de otras adversidades más o menos funestas..todo sea dicho..), no he podido actualizar mi blog todo lo que hubiera querido.
Tengo abandonado todo esto del internete..y lo echo de menos :)
Pero no era sobre esto de lo que quería escribir...

De niña me sentía como un ser "raro".
Rara en el sentido de extraña y diferente a todos los demás. A los niños y a los adultos que me rodeaban.
Creía pensar cosas que nadie más pensaba, tener una mente diferente...y ser una incomprendida. O en todo caso..al no comprender yo a los demás, creía que los demás tampoco me comprendían a mí y me sentía sola y marginada en mi isla privada.

Supongo que nunca sabré si era cierto que mis pensamientos no eran los normales en alguien de mi edad, pues los pensamientos son algo muy personal, y a esas edades, muy efímeros.
Pero no efímeros para mí, ya que por alguna razón que no acabo de conocer (aunque tengo mis hipótesis) todo lo relacionado con mi infancia a mí se me quedó particularmente grabado. Cada emoción, cada palabra, cada gesto..y cada pensamiento.

Solía pensar, por ejemplo, que nuestras vidas y nuestras acciones...o mejor...los acontecimientos con los que nos encontrábamos o nos influían, eran algo totalmente arbitratio (aunque aún no utilizaba esta palabra). Y me invadía la duda de si..al igual que yo jugaba con mis pinypon estableciendo relaciones entre ellos, tanto positivas como negativas..dibujando sus vidas a mi gusto y favoreciendo sus alegrías y desgracias sin razón justificada..no seríamos nosotros las marionetas de algún tipo de seres "gigantes" y de inteligencia similar a la nuestra, que se comportaran del mismo modo con nosotros.
Me solía imaginar como una muñeca, pendiente de hilos en mis extremidades, a la que las manos de otro niño como yo (pero enorme) daban vida. Y simplemente con el fin de entretenerse..ese otro niño era el responsable de mis penas o alegrías.
No sé la lectura mística o religiosa que se le puede dar a esto..pero como hija de padres ateos que nunca fue a una clase de religión.., a esas edades yo no tenía ni idea de dioses ni parafernalias parecidas..ni mucho menos conocía la historia del cristianismo o sus "leyendas" (fuera de la historia de Adán y Eva o El Arca de Noé, que me leía mi abuela y que yo imaginaba eran simple cuentos). Supongo que esta idea es simplemente instintiva en el ser humano. Quizá no deseemos vivir en un mundo injusto o cruel, y justificamos los malos momentos por los que nos vemos obligados a pasar otorgando la responsabilidad de ellos a alguien contra quién podamos enfurecernos.

Bueno..el caso es que tener estas extrañas ideas, que no compartía con nadie y que nadie más parecía compartir a su vez conmigo..me hacían sentir una extraña en el mundo. Un ser raro que se preguntaba si los demás sentían como sentía yo. Si también esos niños con los que compartía risas y lloros pensaban (sísí, si pensaban..) o si de verdad..!vivían! Si en realidad no eran meros compañeros cuya única función en el mundo era formar parte del mío y que en cuanto dejaban el escenario en el que yo me encontraba..desaparecían sin mas. (Algo así como un Show de Truman pero sin vida real detrás.) Ahora que lo pienso..debió ser desde esta temprana edad en la que comenzó a hacerse patente mi más absoluto egocentrismo, al relativizar de esa manera la existencia de los demás.

2 comentarios:

el Biter dijo...

Son ideas de friki... bienvenida a casa :)

Isthar dijo...

Yo cosas así solo me las hicieron plantear en filosofia, y ya que yo de por sí siempre he sido una mente inquieta con propias teorias extrañas al respecto (quizá también como buena hija de ateos), pues no quise seguir complicándome la existencia pensado en más posibilidades incomprensibles y completamente indemostrables. Habia llegado un punto que la falta de respuestas me deprimia...

Un día decidí que al margen de lo que fuera la vida, iba a intentar conseguir disfrutarla y vivirla al máximo. Aunque eso no quita que uno se siga haciendo preguntas...

Si nos hubieramos conocido de niñas sin duda te hubieras sentido menos rara ;)