jueves, junio 29, 2006

Instigar

Me fuerzo a levantarme día sí día también, intentando ser un resorte. Hay días en que lo consigo a la perfección y otros...no tanto. Pero lo voy consiguiendo, cada rutinario día. El cambio de horario no afecta a mi incomodidad, que sigue siendo la misma. O mayor.
Animal de día, mi actividad sólo aparece ante el libre albedrío, y huye al caer la noche.
Mis ojos hinchados, mis muslos pesados a causa del horrible calor (temperatura de más de 30 grados) a la que me somete este ático despiadado. Esta habitación caótica que enmaraña mi cabeza y absorbe mi libertad.

Como el pesado objeto de hierro que se hunde en el mar sin remedio, así se siente mi cuerpo ante cada paso, ante cada compromiso.

Veo a las jóvenes madres (aquello que una vez fue la mía) con sus retoños. A las abuelas sin la tersura. Y nos asemejo al material maleable que, aún sin forma, es tan bello al principio, dejando abierta la incógnita de su porvenir. Su naturaleza y las circunstancias hacen que coja poco a poco forma para, finalmente, ser del todo barro seco forjado. Barro duro como la roca pero cada vez más agrietado, incapaz de volver a moldearse ante el incesante fluir.

Veo a las jóvenes madres con sus retoños, a aquello que fue una vez la mía y a aquello que fui una vez yo. Y yo, que ya estoy más cerca de ellas que de los niños, no me hago a la idea de haber traspasado la frontera. Quizá porque nunca he dejado de sentirme niña. Quizá porque toda mi adolescencia fue pura pose, y mi juventud llegó inducida.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Inquietante la demostración de angustia que nos genera el saber que algú dia moriremos y la jodida rutina... envejeciendo... a mi me apasiona sobre todo desde el punto de el punto vista de los demás... sobretodo si lo ha escrito una bella femina.

... Saludos ...

giovanni dijo...

Me encanta el texto, es literario y real (¿?) al stesso momento. Me encanta también la foto nueva que acompaña muy bien el paso siguiente que me parece estás dando al blog. Es bello ver como te desarrollas dentro de tan poco tiempo que queda entre mi primer lectura (¿cuantos meses atrás? 7, 8, no tengo la menor idea) de tu blog y la de hoy. Voy a seguir leyéndote con mucho interés. Voy a pasar uno de estos días por Barcelona, junto con mi hijo en la ida, y junto con mi hijo e mi hija en la vuelta. Quiero volver a “La Paloma”, no esta vez sino la próxima. Mi hija me describió su visita a La Paloma de tal forma que debo volver, con mi compañera. Nunca es tarde para bailar… ni hacer muchas otras cosas de la juventud.
Un abrazo

ladhu dijo...

Uf, el peso de la rutina, sumado a los recuerdos son una mochila muy pesada. Cuando uno cree haber visto todo, hay que explorar nuevos territorios.

illa dijo...

Hola chocoadicta! Pues sí, por aquí todo igual A 30y pico grados y subiendo. Uff!
Me alegra leerte por aquí! :)

Saludos a ti tb Steam (y gracias por el piropo;). No sé si es angustia lo que siempre genera. Quizá es desazón que más bien proviene del sentir que no aprovechamos el tiempo, no el saber que algún día desapareceremos.

Hola Giovanni! ¿Así que vienes a Barcelona? Qué bien! Y la Paloma es genial (yo estudiaba ahí al lado) Espero que disfrutes de ese tiempo con tu hija. Y lo cierto es que no sé si realmente el blog evoluciona o no..supongo que soy yo que soy voluble, y lo voy moldeando según me moldeo a mi misma.
Y sí, el texto lo escribí "en el mismo momento". Bueno, siempre escribo así.. tal cual se me ocurre, lo plasmo. Es la única manera en que sé hacerlo.:P

Hola ladhu! Sí, pesada, aunque tb útil y aporta mucho.¿no? Un abrazo :)