lunes, marzo 06, 2006

Culpabilidad

Estoy harta de refranes. Pero joder, todo es verdad.
Todo lo que sube baja y la felicidad no dura siempre, nunca es un estado permanente. Tanta buena racha tenía que tocar a su fin. Y ha tocado. De caída en picado. Nunca había subido tan alto y esto parecen las represalias.
Y por mea culpa. Mea mea mea. Que es lo que más duele, rasga, estrangula, desgarra. JODER.
Que me lo haya buscado. Y persista. Eso es lo más irónico. O cruel. O patético.

No puedo llorar o dejar el nudo en la garganta y, como de pequeña, esperar que todo se solucione. Porque no lo hace. Al revés. La bola crece crece y crece. Comienza a avanzar, coge impulso, y avanza avanza avanza, cada vez más rápida y con más potencia. Hasta que me pille y me aplaste.
MIERDA.
No puedo imaginar situación peor. No puedo. Y sólo el suicidio le quitaría relevancia en mi universo actual. Aunque está claro que es inviable.

Lloro sin desahogo amargas lágrimas de frustración. Conmigo misma. Y me odio; y odio en lo que me he convertido; mis defectos y todo lo que represento. Nada consuela.
Entonces me trago el dolor y pienso: ¡aguanta!. Con el nudo que ya es todo un puño en la garganta. ¡Pero aguanta y muéstrate fuerte, orgullosa, firme!
Sólo los árboles firmes aguantan los vendabales. ¿No? O eso espero. Mi única esperanza: matener el tipo. Y desatar mi rabia y frustración a través de lágrimas y tacos que nunca digo.
Ni siquiera el tacto de tu mano me calma, pero el desahogo fluye mejor bajo tu cobijo.
Lo siento tanto... pero hoy mis felicidades son amargas. Ni siquiera ésto he conseguido.
Darme el remedio para la ineptitud, el brebaje del olvido, la promesa del buen augurio. Pero darme algo a lo que asirme esta noche, para que la angustia no sea mi única almohada.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé qué ha sucedido, pero no sé por qué me da que no es tan culpa tuya como afirmas.

Ojalá tuviera ese brevaje ante ineptitud, pues soy el campeón en eso.

Pero si te mando muchos ánimos y besillos.

Anónimo dijo...

La culpa no es un sentimiento productivo, y además no hay juez tan severo como nosotros mismos.

Todos podemos equivocarnos, todos hacemos cosas mal, todos. Y normalmente somos más benévolos cuando son otros los que se equivocan que cuando somos nosotros. Piensa en que fuera otra persona quien hubiera cometido el mismo error... reaccionarías igual? Te parecería tan imperdonable, tan digno de odio? No creo...

Si puedes perdonar a otros, puedes perdonarte a ti. Cuando uno, sin darse cuenta, rompe algo... no sé, puedes dibujarlo de nuevo, puedes pedir perdón y recomenzar.

No tienes hoy más defectos que en esa buena racha pasada, y sí las mismas virtudes. No seas más dura contigo de lo que serías con cualquier otro, ninya.

(Y no sé de árboles firmes, pero sí de juncos flexibles que, aunque se doblen bajo el viento, nunca se rompen y vuelven a erguirse en un rato. El viento no va a soplar igual de fuerte todo el rato, ya verás...)

Un abrazo,

Bruja

Anónimo dijo...

Lo más inteligente ya lo has hecho: registrar la primera página de una historia de superación, que te será de ayuda en otros momentos negros.

Lo más peligroso siempre es perder el sentido de la perspectiva. Pondera.

Lince dijo...

lo único que le puedo ofrecer es mi abrazo.
ánimo, princesa.

amstel dijo...

Buff, illa sonríeme, que es duro leerte así. Es cierto lo de los refranes, pero ya sabes "no se puede apreciar lo bello si no se conoce lo feo" (con todas las variantes de este dicho)
Ánimo guapa, desde aquí te envío cienes y cienes de rayos de sol,porque que todos somos humanos :-)

ladhu dijo...

Es difícol vivir siendo tan duro con uno mismo. Ánimo, que todo pasa, además la constancia siempre acaba venciendo los problemas

Anónimo dijo...

Vaya! mal! a veces palante a vece patrás pero hostia aqui sigo.

Todo es muy bonito... sobretodo cuando padeces insomnio...

Saludetes y luz chulis

giovanni dijo...

Tienes que prevenir que la bola crece y crece, tal vez dejándola correr hacia el otro lado (girándola 180 grados) sin tratar de pararla. Otra posibilidad sería el hacer liso de su camino para que corra más rápida y desaparezca.
Un abrazo

reuben dijo...

No creo en las culpabilidades individuales. Tampoco creo mucho en los brebajes (bueno, en algunos sí). Y sí creo que estas cosas no se piensan durante la noche, y que a la mañana se ve todo más claro.
Saludos

Zifnab dijo...

Menos lo de tener que mostrarse orgullosa y dirme y digna, lo cual no lleva a ningún sitio. basta con estar serena supongo

Menos eso,... no se que, un hechizo que consuele

Se feliz

illa dijo...

Gracias a todos por tantos ánimos (y por estar ahí)! guau! Lo cierto es que toda tempestad pasa (menos mal), pero de alguna forma había que sacar un poquito de ese mal rato, y que mejor lugar que un blog personal para ello, ¿verdad? :)
Además, vuestras palabras funcionaron como gran consuelo, tal cual si de hechizos de tratasen, y al final, el problemón menguó bastante. :)