Me han tildado una enormidad de veces de caprichosa, de vivir en las nubes, de no tocar con los pies en el suelo, de no abrir los ojos y ver la realidad.
Y me han acusado de la misma manera de ser demasiado racional, de tener las cosas demasiado claras, de ser segura de mí misma y no lanzarme a los abismos.
¿En qué quedamos? ¿Blanco o negro?¿Arriba o abajo?¿Izquierda o derecha?¿Noche?¿Día?
Hay veces en que me siento una muñeca de goma a la que estiran y estiran hacia los dos lados sin que acabe de vencer ninguno.
Y digo yo que los que no saben encontrar el equilibrio son ellos, los que viven en los extremos sin atreverse nunca a cruzar.
1 comentario:
Somos una mezcla de muchas cosas y me gustan las personas que no se pueden etiquetar, que no son de una única forma, que no son ni blanco, ni negro, ni gris, sino todo y nada al mismo tiempo.
Creo que en esta vida hay que saber mirar las cosas desde todos los ángulos posibles, se aprende más ;)
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