sábado, noviembre 03, 2007

Lula dice

Lula dice

Tan sólo una vez en su vida se portó de manera irresponsable, se permitió un descanso de conciencia, moral o juicio; y se dejó arrastrar a un abismo que desconocía.

Verano del 2001. Vacaciones en la ciudad natal. Visita a la familia.
Le une un amor filial tan sumamente intenso a su primo; un año menor que ella y de naturaleza loca, homosexual e ingenua; que confía plenamente en su buen juicio y le permite casi todo, creyendo que cada una de las locuras que puede acometer no son más que una fase que le ayudará a convertirse en la gran persona que sin duda será.
Como decíamos…Verano del 2001. Calor. Fiestas de estío. Reunión con viejos amigos y un objetivo común: comerse la noche, la mañana y el mundo. Para lo que cuentan con tantos aliados que lo ven al abasto de sus manos. Comienza la noche del sábado.
Discoteca 1: Reencuentro con conocidos. Todo el mundo parece nervioso, a la espera de algo. Los conocidos se reencuentran. Bromean, ríen, estrechan manos, y comienzan los negocios. Lula, en la retaguardia, lo observa todo.
Las primeras botellas de agua son la también primera evidencia de lo que conlleva el divertimento de esa noche.
Es una estrella. Pruébala, va. No hace casi nada, no pasa nada.
Así que Lula se encomienda al buen juicio de su primo y toma su primera pastilla de diseño. Una estrella que no sabe a qué paraíso la llevará. El pájaro enjaulado que hasta entonces ha sido…pugna por salir. Todo por la razón de experimentar. De formar parte de la sensación común.
Primero tomaremos media. Luego...una entera.
Si la mezclas con alcohol hace más efecto.
Todo el mundo es feliz, orgulloso, y vacila de ello. Lula se lo come todo con los ojos (y el mundo, ya llegará)
Fin de la Discoteca 1: Físicamente agotados (pero psíquicamente estimulados) el grupo de amigos se retira un par de horas al hogar del primo. Lula entre ellos.
Entre risas, conversaciones intrascendentes y cambios de ropa; rayas de speed desaparecen de la mesa del comedor. De nuevo, Lula entre ellos.
La primera fue como cuando se le metía agua por la nariz buceando en la piscina; o cuando la ahogaban sus amigos bromeando. La segunda fue más fácil. Se pareció más a comer peta zetas. Eso era más adictivo.
Las 10 de la mañana y ojos de búho, palabras aceleradas, ánimo por las nubes. Tal fue el efecto de sus nuevos peta zetas.
12 AM. Discoteca 2: Un local herméticamente cerrado e inteligentemente insonorizado. Luces opacas en su interior; y lleno, aunque desde el exterior nadie lo hubiese dicho. Aquí, y a esta hora, el humor que domina parece distinto. Ya no hay risas ruidosas, bromas desfachatadas ni vaciles. Los ojos miran ahora a un punto más lejano y parecen más perdidos; pero sus dueños tienen un objetivo mucho más claro. En consecuencia todos los intercambios son más directos.
Te invito.
Lula busca de nuevo la mirada de aprobación. La encuentra y sonríe.
- Ok. Vamos -.
Entra en una pequeña habitación contigua a la gran sala de música electrónica. Es una habitación pequeña y vacía que la recibe con los brazos abiertos. Una salita camuflada, diríase que hecha para el único cometido de proveer tranquilidad para la satisfacción.
Uno..Dos…Los polvos suben y el carpe díem hace acto de presencia como nunca habría imaginado que podría hacerlo.
Lula sale de la salita y redescubre la esfera social del rito que acaba de realizar. Se siente partícipe del acto, como si de un evento social se tratase (al fin y al cabo, es un evento social, se dice). Evento en el que todos comparten la búsqueda de la misma experiencia a través del mismo medio.
14:00h AM: Mediodía resplandeciente. Lula no sabe si la sensación de sueño es real o ficticia. Pero ríe, abraza y se arrastra hacia su hogar. Como el resto.

Yo digo

Tan sólo una vez en mi vida me porté de manera irresponsable, me permiti un descanso de conciencia, moral o juicio; y me dejé arrastrar a un abismo que desconocía.
Verano del 2001. Vacaciones en la ciudad natal. Visita a la familia.
Siempre me ha unido un amor filial tan sumamente intenso a mi primo; un año menor que yo y de naturaleza loca, homosexual e ingenua; que confíaba plenamente en su buen juicio y le permitía casi todo, creyendo que cada una de las locuras que pudiera acometer no eran más que una fase que le ayudaría a convertirse en la gran persona que sin duda sería.
Como decía…Verano del 2001. Calor. Fiestas de estío. Reunión con viejos amigos y un objetivo común: comernos la noche, la mañana y el mundo. Para lo que contábamos con tantos aliados que lo veíamos al abasto de nuestras manos. Comienza la noche del sábado.
Discoteca 1: Reencuentro con conocidos. Todo el mundo parece nervioso, a la espera de algo. Los conocidos se reencuentran. Bromean, ríen, estrechan manos, y comienzan los negocios. Yo, en la retaguardia, lo observo todo.
Las primeras botellas de agua son la también primera evidencia de lo que conlleva el divertimento de esa noche.
Es una estrella. Pruébala, va. No hace casi nada, no pasa nada.
Así que me encomiendo al buen juicio de mi primo y tomo mi primera pastilla de diseño. Una estrella que no sé a qué paraíso me llevará. El pájaro enjaulado que hasta entonces he sido…pugna por salir. Todo por la razón de experimentar. De formar parte de la sensación común.
Primero tomaremos media. Luego...una entera.
Si la mezclas con alcohol hace más efecto.
Todo el mundo es feliz, orgulloso, y vacila de ello. Yo me lo como todo con los ojos (y el mundo, ya llegará)
Fin de la Discoteca 1: Físicamente agotados (pero psíquicamente estimulados) el grupo de amigos nos retiramos un par de horas al hogar de mi primo.
Entre risas, conversaciones intrascendentes y cambios de ropa; rayas de speed desaparecen de la mesa del comedor. Yo ayudando a ello.
La primera fue como cuando se me metía agua por la nariz buceando en la piscina; o cuando me ahogaban mis amigos bromeando. La segunda fue más fácil. Se pareció más a comer peta zetas. Eso fue más adictivo.
Las 10 de la mañana y ojos de búho, palabras aceleradas, ánimo por las nubes. Tal fue el efecto de mis nuevos peta zetas.
12 AM. Discoteca 2: Un local herméticamente cerrado e inteligentemente insonorizado. Luces opacas en su interior; y lleno, aunque desde el exterior nadie lo hubiese dicho. Aquí, y a esta hora, el humor que domina parece distinto. Ya no hay risas ruidosas, bromas desfachatadas ni vaciles. Los ojos miran ahora a un punto más lejano y parecen más perdidos; pero sus dueños tienen un objetivo mucho más claro. En consecuencia todos los intercambios son más directos.
Te invito.
Busco de nuevo la mirada de aprobación. La encuentro y sonrío.
- Ok. Vamos -.
Entro en una pequeña habitación contigua a la gran sala de música electrónica. Es una habitación pequeña y vacía que me recibe con los brazos abiertos. Una salita camuflada, diríase que hecha para el único cometido de proveer tranquilidad para la satisfacción.
Uno...Dos…Los polvos suben y el carpe díem hace acto de presencia como nunca habría imaginado que podría hacerlo.
Salgo de la salita y redescubro la esfera social del rito que acabo de realizar. Me siento partícipe del acto, como si de un evento social se tratase (al fin y al cabo, es un evento social). Evento en el que todos comparten la búsqueda de la misma experiencia a través del mismo medio.
14:00h AM: Mediodía resplandeciente. No sé si la sensación de sueño es real o ficticia. Pero río, abrazo y me arrastro hacia mi hogar. Como el resto.


3 comentarios:

reuben dijo...

Cuando uno modula su pensamiento en primera persona, cree alcanzar algo de vida entre las palabras.

Además, creo que hay cosas que se leen como si hubieran sido escritas por uno mismo...

Anónimo dijo...

Una manera de escribir que ayuda a describir situaciones e historias que de otro modo costaría mucho.
Y una manera de vivir que es sana por lo que representa: una joven con la voluntad de experimentar todo, y todo es mucho, y a veces demasiado. Pero el "a veces" tiene también su parte sana: hay un momento y una edad para cada cosa, y es bueno hacer que ello se compagine.
Por cierto... maravillosa descripción. Creo que hacerlo mejor es imposible.

Anónimo dijo...

chupis de troncs!!hay tenemos mucho AMO::

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