jueves, julio 05, 2007

Daze


En el peligro de perdernos. En el peligro de encontrarnos.
Yo, sin mi orgullo, sería tu simple recipiente.

Es mi mente tan clara y racional, que desde pequeña supe el tipo de mujer en el que me convertiría. O sabía qué tipo de mujer quería ser y ahí me dirigí. No distingo entre un modo u otro. Pero en todo caso, así ha sido.

Pero...¡he renunciado a tantas cosas por ese afán de reconomiento y aceptación! Y en el camino, he perdido el 95% de mi yo.
No me hagas renunciar a este último 5%.
Nunca te lo permitiría.

¿Que harías si te confesara que no te quiero?¿Estás seguro de que aún me quieres?
¿Aún me quieres?

Pues no hay nada que odie más que el que me digan lo que tengo que hacer. Simplemente, porque sin pedirlo, ya hago lo que los demás esperan. Así que no forzemos la máquina.
No sea que se rompa.