Noche desvelada. Madrugada incierta.
En el hotel de una ciudad extraña, la pequeña habitación se convierte en refugio de veladas trasnochadas.
Llegó la hora de ser partícipes de aquellas experiencias laborales; surrealistas y enriquecedoras por lo diferente, que antes leíamos en los cuadernos o escuchábamos de boca de nuestros padres. Experiencias en las que personajes extremos toman protagonismo de la situación; en la que nos vemos abocados a un pasaje de novela de yuppies en los años 80, trasladada a 20 años después.
Llamemos a uno de nuestros personajes E. Serio, sereno, seco y conciso (por dejarnos de más adjetivos comenzados con s). Con toda la apariencia del español y la serenidad y parquedad del sueco.
Llamemos a otro personaje, A. Hijo de estudios jesuitas y criado al lado de un huerto de monjas. Repeinado, educado en exceso, y adicto al Cola Cao caliente antes de ir a dormir.
Juntémoslos, y añadamos al personajillo P. Humpty Dumpty nervioso y saltarín. Parapetado tras su vida familiar y laboral, escondiendo inclinaciones no reconocidas.
Sin olvidarnos de V. Representación de rigidez por antonomasia. Señorita Rottenmeier de nuestros días. Valorando la eficiencia y concisión por encima de las formas y tacto para con los demás. Escupiendo fuego antes de avistar el peligro...no vaya a ser que llegue.
Todo ésto, en medio de creadores locos, estrategas y recién licenciados llegados de todo el mundo; y siendo todos pioneros en la implantación del sistema publicitario en las nuevas tecnologías.
Demasiados caballeros y reinas de corazones juntos como para no conformar un cuadro variopinto.
Entretanto, recorro Chueca con mi compañero y sus amigos acomodados, que me cuentan su idolatría por Esperanza Aguirre y la ciudad de Nueva York, y que me guían a su burbuja de hedonismo desenfrenado.
Yo me dejo arrastrar en mi vida entre derechones liberales, progresistas, y familiares rojos...y por el camino pierdo la capacidad de juzgar por tales posicionamientos.
Me asombra mucho más la cantidad de estilos de vida que pueden llegar a converger en mismos puntos geográficos; y como ese estilo de vida determina nuestros razonamientos sociales.
03 Je Suis Bien.mp3