jueves, noviembre 02, 2006

Lo cotidiano


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Tengo un momento y escribo.
Últimamente lo cotidiano me arrastra y no me apetece relatar el día a día.
Un viaje. Nuevas ciudades. Nuevas gentes. Otras formas de pensar. Otras formas de actuar. Un viaje que enriquece y nos une en la complicidad de lo compartido.
Ayer me vestí años’40 y me fui a ver La Dalia Negra. Qué decepción. Brian de Palma y Scarlett Johanson. Qué inesperados dos palmos de narices.
Luego estuvo Halloween, con su americano festejo que me apropié como el que celebras de toda la vida. No me molesta más éste que el día de Pascua. Si comenzamos a buscar en sus orígenes, incluso encuentro más sentido al primero. Más acorde con mis convicciones, o con lo que creo es digno de celebrar (celebremos esta casi entrada en el invierno bajo temperaturas siniestramente primaverales).
Mi abuela (viuda desde hace 15 años, olvidado el riguroso negro en su ropero desde no hace tanto) comenta por teléfono su deseo de ir a ver la tumba de mi abuelo (al que apodaban “el alemán”, no por ideologías, sino por apariencia) al cementerio. Aquel lugar macabro de culto a la muerte. O eso me parece a mí, que no creo necesitar de nada tangible para avivar el recuerdo.
TV3 nos regala panellets y yo aún no he probado las castañas. (Extraño en mí no encontrar el momento).
Día de manifestación democrática. Otorgo mi no muy convencido voto cumpliendo con lo que creo mi deber. Sea lo que sea este derecho se ganó con luchas y no pienso renegar de él. Leo a Julio Anguita y mi admiración acrecienta, a parte ideologías, por su resolución, coherencia en la relación pensamiento-actos y su dominio de la palabra, tan poco usual en estos ámbitos. ( y hoy en día, a título general).

Me siento en espera. Siempre me siento en espera. Vivo el presente mirando más allá: hacia el siguiente proyecto, la siguiente luna, el siguiente paso. Ni se me pasa por la cabeza que pueda existir un final temprano cuando se está lleno de futuros (Imperfectos o perfectos, eso da igual) Ese ímpetu da vida y no brinda oportunidades a los finales.
Tú. Tú eres tu mayor valía. Tú eres el principio y el final. Tú eres lo real, lo onírico y la utopía. Tú eres perfecto, tan sólo por ser. Tú influyes, tú creas, tú puedes hacer “el mundo mejor”. Tú puedes mirar e iluminar a todos. Sólo tú, tu vida y tus opciones. Tu prisma y el color que elijas. Paradójicamente, sin ser tú su centro.


PD: ¿Vuelve el Glam?


1 comentario:

GLAUKA dijo...

Creo que empiezo a captar lo de "Tú" ;).

Espero que vuelva porque de mi corazón no se ha ido nunca, puedes escuchar allí algunas cositas ...

En espera. OTra más para el club.
Un beso.