miércoles, julio 20, 2005

Simvida


Debo estar algo paranoica, pero juraría que estoy viviendo en un juego de Los Sims.

Nada más comenzar la partida, busqué trabajo y comenzé como assistant. Voy de tal horario, a tal otro, en el que no estoy en casa.
El resto del día está dividido y dirigido a cubrir los diferentes aspectos que configuran mi vida. Empleo el tiempo libre en comer, formarme, divertirme, convivir/relaciones sociales e higiene.
Por eso, hago lo mismo que los sims: veo la TV, juego al ordenador, escribo en el "periódico"/blog, leo, hago ejercicio, juego, cocino, limpio, charlo, río, escucho música, bailo, duermo...
Mi vida se divide en estas esferas y todas tienen que estar cubiertas con su indicador verde al máximo posible para mayor confort personal, pues significan mi mayor o menor grado de satisfacción.
Incluso he descubierto la variable entorno y cómo es capaz de influir en el estado anímico.
La única diferencia es que yo no recibo tantas visitas espontáneas ni puedo desarrollar igual de fácilmente todas las habilidades. Pero por lo demás, perfectamente podría haber un rombo verde sobre mi casa o mi cabeza.
A veces miro para asegurarme de que no lo hay.

Y no sé si realmente los creadores de Los Sims han conseguido crear un juego muy logrado, o si es que mi vida es tan automática que parece un videojuego.

4 comentarios:

Bo Peep dijo...

Vete tú a saber!!!

illa dijo...

Bueno..sí se puede lordcitas Y supongo que como en la vida real, si te sientas en el sofá sin hacer nada todo se va al traste!

Bo peep, no dudes tú también que entonces ya me lo creo!o_o

Laura dijo...

jajajajajaja qué cierto!!

Aunque la mía es demasiado desconcertante últimamente, casi que hecho de menos lo mecánico y monótono.

Thalasos dijo...

Como un juego en el espejo o desde el espejo, la bonanza de la duda. ¿Un secreto? A veces soñaba que mi vida era jugada por un mago, una especie de Merlín, que le contaba a otros niños mi aventura y la de otras personas. Una interpretación infantil del concepto de dios o algo así.
Un hermoso blog. Los posts aprietan el corazón, eso sí.
Pero eso lo hace muy atractivo.
Gracias.